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Malanzán: Estremecedor relato de mujer que sufrió abuso infantil por parte de un tío

Una mujer llamada Yamila (33) acudió a los medios para dar a conocer su lucha interna, que la acompaña desde sus 6 años de edad, tras ser víctima de reiterados abusos contra su integridad física y psicológica en su infancia, por parte de su tío materno, P.N.G., en el barrio La Peña de la cabecera del departamento Juan Facundo Quiroga.



La víctima detalló que los episodios de abuso comenzaron a darse en la casa de sus abuelos maternos, donde ella pasaba sus días. "Yo adoraba a mis abuelos, me gustaba estar con ellos", expresó. Sin embargo, la cotidianidad comenzó a cambiar para ella cuando uno de sus tíos -quien también vivía en ese domicilio- comenzó a tocar su cuerpo sin su consentimiento. 

"Él siempre nos manipulaba a los más chicos. En su habitación tenía figuritas pegadas, y en ese entonces era lo que nos llamaba la atención a los niños, comenzaba mostrándonos eso para ganarse nuestra confianza", relató. Y agregó: "Yo dormía en la misma habitación de mis abuelos, y él entraba para tocarme mis partes íntimas. Siempre grité y pedí ayuda. La última vez que me manoseó, me cargó en uno de sus hombros, como si fuera una bolsa de papa, y yo le pedía que me suelte y trataba de liberarme con mis fuerzas de niña. Ahí estaba mi abuela, le pedí que le dijera que me soltara, y él dijo que estábamos "jugando". Luego, me llevó a su habitación, me sentó en una mesa alta, me bajó mi ropa de la parte de abajo, él también se bajó su pantalón, y no recuerdo más nada". 

Ante el estremecedor relato, que incluye la presencia de otros adultos en el lugar, Yamila se lamentó: "Me duele que, hasta ahora, no pueda recordar qué pasó en ese momento". 

Tras ese episodio, que marcó su vida para siempre, la víctima se fue de la casa de sus abuelos. Comentó que la familia estaba al tanto de lo que el tío hacía. "Mis abuelos sabían quién era su hijo, pero siempre lo taparon y naturalizaron ese tipo de cosas. Lo único que les importaba era que nadie lo denuncie, para no llegar a ese extremo, lo sobreprotegían", señaló.

"A mí me quedaron secuelas después de este hecho. En mi familia nunca lo han visto como un tema grave. Incluso, conversando con algunos primos, a ellos también les había pasado lo mismo con esta persona, y somos muchos, de 10 primos 7 habían pasado por esta situación", denunció Yamila. 

Además, dijo que comenzó a hacer terapia para intentar sanar esos atroces episodios. "Ahí fue cuando me animé a denunciarlo en la Comisaría de Malanzán, en el año 2021. Lo denuncié por abuso contra la integridad sexual (Art.119 del CPA), pero quedó en la nada", comentó indignada.

Denuncias

Al no contar con pruebas sólidas que sostengan la acusación contra P.N.G., debido a que el hecho sucedió en su infancia, Yamila siguió insistiendo y en el mismo año realizó otra denuncia junto a cinco mujeres víctimas más, para dejar asentado los abusos que padecieron en su niñez. Aún así, de parte de las autoridades competentes no recibieron ningún tipo de respuesta, ayuda o alternativas para tratar algo tan grave y condenable como un abuso infantil. No obstante, ahora, Yamila se animó a hacerlo público, por su indignación al saber que el acusado haría uso de su impunidad, atentando contra la vida de otros menores que, según la entrevistada, estarían en riesgo constante. 

Además, contó que, años atrás, P.N.G. fue denunciado por una vecina del barrio La Peña, luego de que este sujeto atentara contra la integridad sexual de su hija -en ese entonces menor de edad-, lo que llevó a que el acusado sea detenido en Malanzán. Sin embargo, la privación de su libertad no duró mucho y habría regresado al barrio bajo fianza, y hasta la actualidad el caso -con la gravedad que conlleva- quedó en la nada misma. 

"Él fue liberado porque mis tíos pidieron que así sea. Hablaron con esa vecina para hacer un acuerdo, porque mi abuela se había enfermado y querían que P.N.G. esté libre", contó indignada Yamila y continuó: "cuando él salió en libertad, siguió haciendo lo mismo con otras víctimas. Hasta la actualidad me entero que sigue pasando, que ahora usa un celular para atraer a los niños". 

Indicó también que ella quiso realizar una nueva denuncia contra P.N.G. en la comisaría local, por un caso reciente que involucra al acusado, pero le dijeron que la denuncia la tienen que hacer los progenitores de los menores, por lo que se dirigió a la Unidad de Asuntos Juveniles en la ciudad de La Rioja donde dejó asentada la denuncia hace dos años atrás, aproximadamente.

Justicia

"Esos hechos dejan traumas. Incluso me he enterado que algunas víctimas pensaron en suicidarse. Traté de convencer a quienes pasaron por lo mismo que yo a que denuncien, pero la mayoria no quieren, porque sabemos que nadie hará nada", señaló Yamila, quien además consideró: "quiero que esto se conozca, no solo por quienes somos víctimas, que hasta el día de hoy nos afecta un montón, sino también por los demás niños, para que no pasen lo que yo y varios más pasaron".

Por último, sostuvo que "en el pueblo sigue siendo un tabú hablar de educación sexual, entonces la mayoría de niños son vulnerables en ese sentido, hay que cuidarlos de personas como mi tío. No quiero ninguna víctima más".