En el taller "Una oportunidad para construir una resistencia. La praxis del asociativismo en tiempos del neofacismo", se debatió la prevalencia actual de considerar que políticas macroeconómicas crearán condiciones para superar la crisis y la contrapropuesta de la economía solidaria, el colectivismo y el asociativismo.
El debate se planteó en el ámbito del “IV Encuentro Regional Latinoamericano de la Economía de los Trabajadores” que tuvo lugar, en los últimos días de la semana que pasó, en el Paseo Cultural de la ciudad de La Rioja.
El taller fue organizado por Ingecoop, una Cooperativa de Trabajo y Servicios en Ingeniería, que unió las ideas del cooperativismo y asociativismo con el desarrollo de soluciones integrales en ingeniería y servicios donde los trabajadores son asociados, en lugar de empleados, y cada asociado es dueño de Ingecoop, responsables de la autogestión. Ofrecen servicios de instrumentación y control detección de incendio, control de accesos inteligentes y plataformas integradoras multisistemas, entre otros.
Mariano Mariani, integrante de Ingecoop coordinó el taller junto con Melina Merkier de la cooperativa Mundo Nuevo que brinda un servicio educativo nivel inicial y primario, integra un espacio colectivo de agroecología y otra cooperativa que investiga la trasposición practica desde la educación popular de discusiones y saberes de la universidad para compartirlos en otros territorios. Ambos, plantearon en el taller, un contexto de derechización de la economía y de la sociedad que se contrapone con experiencias de autogestión en los que prevalece una economía solidaria y no solo con fines de lucro. Habló del neoliberalismo y de su concepción de que las macropolíticas y la estabilización de la macroeconomía y el no Estado son los grandes factores que organizarán la vida de la sociedad y permitirá la superación individual.
Ante este nuevo panorama político en Argentina “hay un sector de la población que lo vive más con angustia que pensando en resistencia, por lo que proponemos analizar el panorama actual, ver cuáles son las herramientas disponibles para recuperar en el mundo que se viene estas formas de organización más solidarias y colectivas”.
Los asistentes al taller, divididos en grupos compartieron en que el panorama económico actual es como lo describió el coordinador y plantearon formas de resistencia, resiliencia y lucha, en algunos casos a través de espacios para la discusión, articulación con otras organizaciones, paciencia, tolerancia y sostén al movimiento colectivo. Un grupo más optimista apeló a ser celosos custodios de las potencialidades de la comunidad respecto a la búsqueda de equidad, igualdad, redistribución, la reciprocidad, sostenibilidad, libertad, democracia y participación como base para superar “esta noche negra”.
Los presentes, a partir de estas actitudes de resistencia a las políticas neoliberales, coincidieron en que la lucha debe apuntar a sostener un sistema de vida que brinde satisfacciones, dignidad y justicia a la comunidad. Ese sistema vida debe garantizar trabajo, vivienda, salud, educación, accesibilidad, ocio recreativo, cultura y organización social en un marco de respeto por el otro.