El Gobierno Nacional dispuso el cierre del Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento, clave en la expansión y mejora de los servicios de agua potable y cloacas. Esta medida afectará directamente a millones de argentinos que dependen de estas obras para acceder a servicios básicos de infraestructura sanitaria.
El ENOHSA cumple un rol fundamental en la mejora de la infraestructura de agua y saneamiento en Argentina. A través de este organismo, el Estado gestiona y financia proyectos clave para asegurar el acceso al agua potable y a sistemas de cloacas en todo el país, especialmente en regiones vulnerables donde el sector privado no suele invertir.
La importancia de este servicio se refleja en su impacto directo sobre la calidad de vida de millones de personas, ya que el acceso al agua limpia y a instalaciones sanitarias adecuadas es esencial para promover el desarrollo social y prevenir enfermedades tales como gastroenteritis, hepatitis A, cólera, fiebre tifoidea, entre otras. Coincidentemente a la determinación de su cierre, el ENOHSA cumple 61 años desde su creación, destacando su legado en el desarrollo de obras esenciales para el bienestar de la población.
Cobertura de agua y cloacas
Actualmente, en Argentina, alrededor del 80 por ciento de la población tiene acceso a agua potable, mientras que la cobertura de cloacas alcanza aproximadamente al 60 por ciento. Sin embargo, estos porcentajes varían significativamente entre provincias y zonas rurales, donde el acceso a estos servicios es mucho más limitado.
Es allí donde el rol del ENOHSA resulta vital: el organismo ha impulsado proyectos que llevan agua potable a comunidades que no tienen acceso al servicio y extiende la red cloacal en áreas que históricamente han estado marginadas.
El ENOHSA no solo financia y supervisa las obras, sino que también brinda asistencia técnica a los gobiernos locales, garantizando que los proyectos sean sostenibles y de alta calidad.
Ejecuciones
A fines de 2023, el organismo contaba con 617 obras en ejecución, 156 a iniciar y 1.037 proyectos que comenzaron en el transcurso de ese año y tenían previsto continuar en 2024.
Con el trabajo coordinado entre los municipios, los gobiernos provinciales y el Gobierno Nacional, se avanzó en los últimos años en sumar a millones de argentinos y argentinas al acceso al agua potable y saneamiento.
A modo de ejemplo, entre los años 2019 y 2023 se alcanzaron más de 2,5 millones de beneficiarios de obras de agua potable, se llegó con el servicio de agua al 80% de la población, más de 3.1 millones de beneficiarios con acceso al saneamiento, se llegó con el servicio de saneamiento al 60% de la población.
Cierre y plan de ajuste
Trabajadores del organismo, advierten en un comunicado al que tuvo acceso Medios El Independiente, que la disolución del ENOHSA no solo pone en riesgo la continuidad de proyectos en marcha, sino que también amenaza con un retroceso en los avances logrados en materia de salud pública y desarrollo social. “El acceso al agua segura y a un adecuado sistema de saneamiento es fundamental para prevenir enfermedades y garantizar una mejor calidad de vida, especialmente en comunidades marginadas”, resaltan.
Además, el cierre del ENOHSA implicará la pérdida de cientos de puestos de trabajo especializados. Actualmente, el organismo cuenta con 230 trabajadores altamente capacitados, cuya experiencia en la planificación y ejecución de obras de saneamiento ha sido vital para el éxito de los proyectos.
Desde la llegada de la nueva gestión, el ENOHSA sufrió un recorte de personal de más del 35%, afectando significativamente su capacidad operativa. La desvinculación de estos trabajadores no solo significará la pérdida de empleos, sino también de conocimientos técnicos esenciales para garantizar la sostenibilidad y calidad de las obras.
Asimismo, al comienzo de la gestión actual se cortó el pago a todas las obras que se encontraban en ejecución, con excepción de las de la provincia de Córdoba de la cual son oriundos la totalidad de las autoridades del Ente designadas por el Gobierno Nacional.
Posteriormente se decidió que, de las 701 obras paralizadas, solamente se continúe financiando un pequeño grupo de 95, las cuales fueron pactadas con los gobernadores que adhirieron al “Pacto de mayo”. En tal sentido, se suspendieron los pagos a las obras ubicadas en las provincias que no adhirieron al mismo.
A pesar de los esfuerzos por parte del personal calificado y experimentado del organismo, las obras que no fueron recortadas no avanzaron satisfactoriamente, debido a la constante improvisación, la falta de capacitación y experiencia en administración pública por parte de los funcionarios y de su equipo personal de asesores designados por el Gobierno Nacional.
“Toda esta situación derivó en una falta total de planificación y rumbo claro en el ENOHSA por parte de las autoridades, las cuales no quisieron dar respuesta concreta sobre cómo van a cuidar a las y los argentinos”, concluyen las y los trabajadores en un pronunciamiento.