El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, negó que haya habido represión brutal en la protesta de jubilados frente al Congreso de la Nación. Durante su primer informe de gestión, Francos defendió el accionar de las fuerzas de seguridad, argumentando que solo estaban "tratando de mantener el orden" al dispersar a los manifestantes que se oponían al veto presidencial sobre la nueva ley de movilidad jubilatoria.
El episodio ocurrió en un contexto de alta tensión, cuando personas mayores se concentraron frente al Congreso para expresar su descontento por el veto de Javier Milei a la ley que afectaba la actualización de sus haberes. Las imágenes de los jubilados siendo desalojados por la policía generaron una ola de críticas desde distintos sectores políticos y sociales.
Francos, sin embargo, restó importancia a los hechos. "No era represión brutal, era simplemente una cuestión de mantener el orden y mover a los manifestantes", sostuvo. Además, apuntó contra la presencia de grupos políticos en la movilización, afirmando que "había partidos y movimientos que habitualmente perturban la libertad de la gente en la calle".
El funcionario también defendió el accionar de las fuerzas de seguridad, mencionando que existe un protocolo que debe cumplirse en situaciones como esta. "Es un protocolo de seguridad que se aplica en la ciudad, y el Ministerio de Seguridad lo hace cumplir con las fuerzas", explicó.
Cuestionamientos al levantamiento de la sesión
Durante su intervención en el Congreso, Francos también criticó a los bloques opositores por utilizar el conflicto para sus propios fines políticos. El jefe de Gabinete expresó su malestar por el levantamiento de la sesión mientras él presentaba su informe de gestión. Según Francos, los opositores "se escudan en los jubilados" para generar tensión política.
"En el momento en que estaba interviniendo el último bloque de Unión por la Patria, una diputada de la izquierda comenzó a cuestionar lo que llamó 'brutal represión policial'. Sin embargo, lo que sucedió no fue eso, sino un intento de mantener el orden en las calles", explicó Francos. Ante estas declaraciones, el bloque de Unión por la Patria decidió retirarse de la sesión, lo que generó un abrupto final a la discusión parlamentaria.
Francos lamentó la situación y sugirió que estos episodios públicos son aprovechados por ciertos sectores para generar conflictos políticos. Pese a las críticas, defendió la actuación de su gobierno en el manejo de la protesta y reiteró que se seguirá aplicando el protocolo de seguridad en futuras manifestaciones.
El incidente, que ha generado un fuerte debate sobre el uso de la fuerza en las protestas sociales y el manejo de la oposición en el Congreso, continúa siendo un tema candente en la agenda política argentina.