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Amancay y Riachuelo definen al campeón

Esta noche, en la cancha de Independiente, desde las 22:00, Amancay y Riachuelo disputarán el tercer juego de la gran final del Torneo "Pedro Orellana" de la Asociación Riojana de Básquetbol. El "Canario" le igualó la serie al "Eterno" y ambos irán por la gloria.



Sin sacarse claras ventajas, Amancay y Riachuelo se repartieron los primeros juegos, ambos quebrando la localía rival, y esta noche en el “Cristobal Romero” buscarán quedarse con el último duelo, que define al mejor, y por lo expresado en cancha cualquiera podría coronarse. La juventud ante la experiencia, así se define este cruce, puesto que la jerarquía de jugadores como Rodrigo “Tori” Campos o “Chapu” Castillo fue importante para imponer condiciones en el último partido a favor del “Canario”, pero la calidad de estos jóvenes del “Eterno”, sumado al estado físico, son la mayor ventaja  que presentan, ante un rival muy desgastado en este sentido, con jugadores que llegan demasiado tocados.

Amancay sufrió la baja muy sensible de Joaquín Castro, y de no sobreexigirlo, difícilmente sea de la partida de esta noche, caso parecido al del “Tori” Campos, que jugó el segundo juego en una pierna, y aunque sin dudas tuvo todas las atenciones para poder llegar “como sea” a este choque final. Si llegara a perderlo completamente, su condición de victoria bajaría drásticamente, dado que es su pieza fundamental.

Por el lado de Riachuelo, aunque su juego es siempre bastante regular, la presión en estos momentos claves sigue siendo un factor a tomar nota, puesto que la inexperiencia también juega su partido, y pese a la gran calidad de Barco, Corzo, Pica y compañía –jóvenes con un futuro más que prometedor–, todavía necesitan más recorrido.

Este es un excelente punto de partida para lograr romper esa primera barrera y alzarse después de un impecable torneo con la ansiada copa.

Las cartas están en la mesa, ninguno es favorito, ambos tienen sus virtudes y desventajas, pero esta noche cuando vuele la naranja ninguno dejará que el título se les vaya de las manos.