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Hoy La Rioja cumple 433 años como ciudad

Su identidad de pueblo no comenzó alli, es verdad, viene de lejos; pero esta fecha, dejó una impronta significativa, que hoy, en perspectiva histórica, conmemoramos con mirada agradecida.



Por Delfor "Pocho" Brizuela - Secretario de DDHH de La Rioja

Sabemos y  nos reconocemos un pueblo con profundas raices indígenas, que nos enorgullecen, a lo que, los avatares y causalidades de la historia, enriquecieron y fecundaron, con el hecho fundacional y cultural del tinkunaco, que es encuentro de pueblos, con sus tensiones, luces y sombras, y que cuajó en  nuestra condición americana y mestiza. 

La Rioja es eso. Somos eso.

Pero además La Rioja fué haciéndose y recreándose en el tiempo y en su espacio,  con un carácter, con un temple que la destaca.
Es su ADN que atrapa, cautiva y convoca:

La rioja es, en su geografia, su historia, su pueblo, su cultura, su porvenir, su esencia, "querendona e indómita".

Así la caracterizaba Monseñor Angelelli, pastor de tierra adentro, nuestro profeta y mártir, que con mirada contemplativa la conocia en su ser más hondo y la amaba entrañablemente como nosotros y nosotras.

Es querendona esta bendita tierra, porque abraza y contiene . Porque tiene un corazón que late y se abre para acoger y cuidar.Entregar su alma y su ser al otro, compartiendo la sensibilidad de ser y sentirse hermana de todos. Por eso La rioja, en su estilo apasible y simple, pronuncia siempre una palabra melodiosa y cálida: fraternidad.

No hay dudas: La Rioja es la tierra del sol y la hermandad.

Pero a la vez, La Rioja es indómita, porque en su silencio que parece docilidad mansa, no negocia su dignidad ni su rebeldia bravia, " encendiendo en la sangre del chango, los volcanes de la libertad".

Su historia lo testimonia y certifica. No lo hicieron los originarios "cacanes" frente al  avasallamiento conquistador, ni las montoneras federales perseguidas por los coroneles del puerto, ni la voz profética de los mártires del siglo XX, ante la injusticia, fatalista y conservadora de los grupos de poder y privilegio, ni los gobernantes populares y democráticos frente al apriete y desprecio centralista, unitario y neo-liberal.

La Rioja es tinkunaco y dignidad.
Es mansedumbre contemplativa y firmeza, que mira lejos y adentro, y, es también  rebeldia de luchas y utopias, por la igualdad, la distribución y la justicia.

Son las dos caras de la misma moneda de su identidad vital, sabia y dinámica: la de un pueblo lleno de amor y sabiduria, que canta su ser y su hacer, con tono esdrújulo en su chaya,y,  que no se resigna a la postergación y la dominación de nada y de nadie. La grita y la defiende con coraje, siguiendo la huellas montoneras del Chacho que decia sin miedo:  "Nadie, es más que Nadie"

Lo muestra su historia de sublevaciones, alzamientos y tinkunacos. Como aquél de 1593, que en y a pesar de su conflictividad y disputa, se constituyó en el reconocimiento del valor igualitario de la dignidad humana de toda persona, por encima de las diferencias étnicas, sociales culturales y de cualquier otra naturaleza, que discrimine  odiosamente a los seres humanos y vulnere sus derechos inalienables.

Por eso, en el tinkunaco fundacional, no se legitima la supremacia de nadie, se convoca al encuentro de los pueblos, para que reine en ellos, el amor, la paz y la igualdad. Sin eso, el tinkunaco es una farsa o una cáscara vacia y no, un grito de esperanza y humanismo, como al que nos llama la vocación más profunda de nuestra esencia originaria y mestiza.

La Rioja es también la áridez sedienta que busca el milagro del agua en las entrañas de la tierra o en las vertientes de sus rocas milenarias. Como el árido, La Rioja es fortaleza y tenacidad que no se doblega.

La Rioja es sol y zonda. 
Es viento, cabalgador de siglos y distancias, tambien de silencios que rugen y que hablan. Porque el amor de su pueblo, como dice el poeta: "es de pocas palabras".

La Rioja, es luna clara en la profundidad de la noche cálida y estrellada, pues sueña, anhela, no se paraliza, aunque la oscuridad e incertidumbre de los tiempos que corren, la golpeén y condicionen. 

Es llanura agreste y monte de savia vegetal que ahuyenta la sequia con vainas de algarrobo, que son alimento de esperanza que hay que construir con esfuerzo e inventiva.

La Rioja es valle de  alivio, surcado de  viñedos, olivares y nogales, que son un suspiro de vida en la inmensidad de barriales y de piedras, con la guapeza heroica de su pueblo.

Es rio seco y acequia, bañada de escasez y sedienta de esperanza. Pero siempre entera y de pie.

La rioja es montaña embarazada de un alma mineral, codiciada por muchos, pero nuestra, de la madre tierra que nos nutre y de todos sus hijos.

La Rioja es su pueblo y su historia de luchas . Su creación, su inventiva y decisión de arrancarle trabajo a la adversidad, a los soles ardientes y a las distancias desiertas.

Tiene en sus entrañas, fortaleza de siglos y su ternura descalza, con alma de niño.

La rioja no es territorio genuflexo, ni vencido, ni sometido. No se arrodilló ayer, no se arrodilla hoy, no se arrodillará jamás..

Cuando le quieren imponer y doblegarla, no se calla...canta su bronca y su dignidad  en la chaya, en la calle y en sus dignos dirigentes y representantes.

No se acostumbra ni resigna a la pobreza que duele. La asume como desafio y tarea, y la pelea, para ser un pueblo hermano, solidario y justo.

Sabe, esta tierra bendita, esta identidad nuestra, que la libertad y la justicia social no se declaman, se construyen en comunidad organizada, con un Estado presente, protector y solidario. Con iniciativa para desarrollar su potencia escondida y latente, para planificar su futuro con posibilidades y oportunidades para todos y todas.

No acepta y se rebela con firmeza, ante el estigma neoliberal de tacharla de inviable y parásita, por los que desde el confort y la opulencia, pretenden abandonarla y olvidarla

Tiene en su sangre la estirpe anticolonial y revolucionaria, de abrazar la causa federal y nacional de la liberación, la independencia, la soberania,  la justicia social, la Patria.

Descree que la vida de un pueblo es un mercado de compra y venta o puro utilitarismo dehumanizador y cruel de cálculo mezquino y de gasto.

Cree en la estatura robusta del ser humano integro, digno y comunitario.
Profesa la doctrina humanista de la comunidad organizada
Cree en la convivencia, porque de su costado herido en tantas luchas, brota el agua fresca del tinkunaco, que espanta el desencuentro, el odio y la discriminación entre los seres humanos 

Por eso a La Rioja, no le compran por cuatro monedas, sus convicciones, su conciencia, su historia de "ponchos y lanzas" y su memoria. 

Esta Rioja, indómita, prefiere la lucha a la dominación, la prebenda y el chantaje de los que mandan desde el puerto y la quieren sometida y derrotada 

En su nombre y por ella preferimos  estar de pie, a estar arrodillado, obsecuentes y  arrastrados.

Por La Rioja, por su dignidad, no pedimos regalos. Queremos  la vida y el pan para este heroico y noble pueblo. El trabajo, el techo y la tierra para cada uno de sus habitantes. El viento y el sol, que es energia que la fecunda de porvenir y esperanzas, de tiempos nuevos y mejores . 
La templanza y la sabiduria, para ser fiel a su historia de coraje y bravura, y buscar caminos nuevos de conquistas y victorias, con producción y desarrollo, parejo y repartido, en su extenso suelo de valles, llanos y montañas, con riqueza creada y compartida por todos y todas.

En nombre de La Rioja, no aceptamos  insultos y desprecios, proponemos debates, diálogo de iguales  y respeto.

No queremos contubernios y pactos ocultos, escondidos e impuestos. Queremos acuerdos sensatos, dignos y maduros, con la claridez del cielo riojano, con la nobleza del alma insobornable de este pueblo.

No queremos, ni permitiremos  que nos roben las alforjas de la  esperanza, ni la autonomia provinciana, hecha con sudor y sangre, siempre abierta y generosa a los pueblos hermanos de la región y de la Patria.

La Rioja cumple años, haciéndose y resucitando de tantas desdichas y calvarios. Aunque sus verdugos de ayer y de hoy, le golpeen el alma, le alambren los pies y las manos, la intenten acallarla y doblegarla. La rioja esta entera, querendona e indómita, con su historia y dignidad a cuestas, con su humildad y autoestima bien en alto, construyendo el presente, proyectando sus sueños y apostando porfiadamente en la felicidad de su pueblo, que es pan, tierra, techo, dignidad y trabajo. ¡Tinkunaco grande!

Por amor a su nombre, que es nuestro, gritamos a los cuatro vientos: 
LA RIOJA: PRESENTE! 
AHORA Y SIEMPRE!

VIVA LA RIOJA!