La semana culminó con un unánime sentimiento de desprotección generalizado. Había motivos, algunos, hay que reconocer, provienen de los dos gobiernos anteriores; otros ocurrieron en estos días y expandieron la sensación de vulnerabilidad. Mucho tiene que ver con la casta, una calificación libertaria que creó expectativa, pero terminó revelando una casta poderosa o con poder -la de arriba- y otra vulnerable a la que ajustan, -la de abajo-.
Primero, fue el fallo de la Corte Suprema, que rechazó en forma unánime, el pedido del gobernador Quintela de declarar inconstitucional el DNU N°70. Segundo, el Gobierno nacional ascendió al rango de ministra a su hermana y otros funcionarios. Un tercer momento fue en el Congreso de la Nación, los senadores unánimemente aumentaron su dieta. Un cuarto hecho: los dueños del país, un centenar de grandes empresarios se reunieron en Bariloche para debatir el futuro del país y la región, bajo estrictas normas de confidencialidad y riguroso protocolo.
Todos, son parte responsable de las decisiones políticas, económicas, sociales y culturales que marcan la vida de Argentina. Supuestamente eran “la casta” a la que el gobierno libertario venía a poner límites.
No fue tan así. Hace rato que la calificación se invirtió y trabajadores, jubilados, pensionados, pequeños empresarios, productores, emprendedores y los más vulnerables resultaron ser “la casta”. Les congelaron salarios, despidieron trabajadores, no convalidan paritarias; jubilados con ingresos licuados por inflación, devaluación y liberación de precios. A las PyMES no les va mejor con precios y apertura de importaciones; los enfermos sin medicamentos y las universidades estatales con los días contados.
La “casta” con poder
La Corte Suprema de Justicia en la causa iniciada por La Rioja consideró que había inexistencia de “caso” o “controversia” que afectara en forma directa a la provincia, una cuestión de forma añadió o sea que, si lo hubiera pedido de otra manera, lo declaraba inconstitucional. El argumento fue rebatido por el constitucionalista Gil Domínguez: la Corte no asumió su rol de control judicial tal cual lo establece la Constitución Nacional respecto al avance del Poder Ejecutivo sobre el legislativo. Además “habilitó un sistema autocrático de gobierno”, concentrado en una sola persona.
Los “cortesanos” utilizaron cuestiones formales y tecnicismos para no tratar la cuestión de fondo, postura con la que coincidió el ex vice intendente y dirigente del radicalismo y de Juntos por el Cambio, Guillermo Galván. El dirigente de la oposición consideró que no había hechos concretos, en la demanda del gobernador, por lo que calificó de “error” y mal asesoramiento a Quintela.
Sin duda que estas cuestiones formales, tecnicismos, errores, de la que hablan opositores y “cortesanos” poco tienen que ver con los efectos del DNU N°70 en la provincia: trabajadores despedidos, cierre de organismos de agricultura familiar; de prevención del embarazo no deseado en adolescentes; caída de ventas en el sector textil por liberación de precios, suba de cuotas de medicina prepaga, etc. etc. Todos esos efectos en la vida cotidiana. Teóricamente se define como inconstitucionalidad. En palabras más simples desprotección a sectores sociales, laborales y de la producción.
Menos la casta propia
Decepción, desprotección, vulnerabilidad es lo que sienten muchos ciudadanos cuando, las promesas electorales de “ajuste a la casta” no son cuando se trata de la propia. El presidente Milei firmó este viernes 19, un decreto por el cual su hermana, Karina Milei fue ascendida al rango de ministra y recibió un aumento de sueldo. Quienes han criticado y eliminado el ministerio de la Mujer, Género y Diversidad, han elevado a una secretaria y al vocero presidencial rango ministerial con sueldos de tres millones y medio de pesos. A Eduardo Serenillini, secretario de Medios, le alcanza la medida. Es el periodista que recomendó “comer menos veces por día” para adaptarse al ajuste.
No está mal que quienes cumplen funciones de responsabilidad política y legal, cobren un sueldo acorde a la tarea, más cuando algunos quizás dejaron actividades privadas donde ganaban más. La contradicción está en que “la casta”-en referencia a gobiernos peronistas-kirchneristas- que se llevaba todo el dinero del Estado, ahora parece que no es tan así.
Consenso interesado
No menos decepcionante fue el tratamiento del aumento a senadores. El presidente Milei salió al instante por redes sociales a atacar a “la casta política” pero nada dijo cuando se supo que todos los senadores, incluidos La Libertad Avanza y el PRO votaron a favor ni que el propio mandatario no debía sorprenderse porque estaba al tanto del proyecto.
Las conductas por las cuales autoridades encumbradas del gobierno nacional actúan descaradamente, mintiendo o fingiendo ignorancia sobre lo que hicieron o dijeron se ha vuelto una práctica habitual. Se llama cinismo y actúan como tales. Hablan a sabiendas que no es cierto o hacen sabiendo que no es lo correcto. Así actuaron respecto al aumento de las dietas de senadores.
Un ejemplo fue la vicepresidenta de la Nación y presidenta del Senado, Victoria Villarruel, que habilitó el tratamiento del aumento en la sesión de este jueves 18. Un par de horas después, por redes sociales se despegó de su responsabilidad y atribuyó la decisión a los senadores. Pero fue más allá y lamentó que “ciertos sectores aprovechen para intentar ensuciarme, pero lo que sucedió en el Senado es perfectamente legal y NO tengo herramienta alguna para frenarlo”.
Todo indica que la vicepresidenta Villarruel sí tenía herramientas para frenarlo y así lo atestigua la decisión tomada en 2019 por el presidente de la Cámara de Diputados Sergio Massa y la presidenta del Senado, Cristina Kirchner, que congelaron por seis meses los sueldos de los diputados y senadores y en 2019 por seis meses más. Fue por la pandemia en la que “resulta necesario que los representantes del pueblo compartan el esfuerzo que efectúa la sociedad en su conjunto”.
No se puede desconocer que tanto legisladores como funcionarios del Ejecutivo nacional necesitan de esos ingresos más en tiempos de inflación. El problema es la contradicción del discurso libertario: no hay plata y la casta quiere mantener sus privilegios. El senador Martín Lousteau justificó la dieta en que un senador está “cobrando menos que un tuitero del presidente, la tercera parte que Adorni (vocero presidencial), menos que los directores nacionales” y el sueldo de un senador sea “el inicial de un cajero de un banco”.
No está errado el senador porteño, pero la misma celeridad con que acordaron la dieta, podrían haber logrado para sesionar en favor de los jubilados o el presupuesto de las universidades o frenar subas del transporte.
“La casta” más poderosa
No fue lo último hecho por lo que la población se sintió por estos días desprotegida de quienes toman decisiones. Los empresarios más poderosos, los dueños del país, los que gobiernan más que el propio gobierno, “el círculo rojo”, se reunieron a puertas cerradas en Bariloche. No es la primera vez. Lo hacen desde hace tiempo. Estuvieron Eduardo Elsztain, amigo del presidente Milei y presidente de IRSA (bienes raíces), Federico Braun (supermercado La Anónima), Marcos Galperín (Mercado Libre que pagará ahora la AUH con significativas ganancias), Martín Migoya (Globant software y tecnología) entre los 150 asistentes.
Los disertantes vinculados a la CIA, Banco Mundial, Finanzas de la región, politólogos, docentes de universidades privadas, dirigentes gremiales afines, La tendencia del foro es liberal, la prensa no puede ingresar y sin duda, las políticas que ahí se diseñan poco tienen que ver con las necesidades sociales urgentes y sí con mejores condiciones para los negocios.
El presidente Milei hizo el discurso de cierre y terminó con prolongados, intensos y divertidos abrazos con los asistentes. Antes había calificado de héroes a los que evaden en dólares (comprados con pesos argentinos). Evadir es un delito internacional. Por poco Messi no fue preso en España. Todo un posicionamiento político y una de las causas de la pobreza y la desprotección de gran parte de la población.
Estado ausente
La prédica del peronismo y del propio gobernador Ricardo Quintela por un Estado presente, no llega a concretarse en algunos casos y los problemas estallan de un día para otro. Una veintena de comunidades de la zona rural que rodea a Patquía lleva cuatro años esperando que la Justicia riojana, donde hizo una denuncia penal, y la secretaría de Tierras que declaró a la zona Área Bajo Procesamiento saneen títulos y/o expulsen a los usurpadores. Se siguen vendiendo campos comunitarios con aguadas, vertientes y bañados que estas 130 familias de ganaderos y agricultores usan colectivamente para mantener su producción. La ocupación ilegal volvió en forma violenta y los comuneros piden actuar con rapidez y transparencia. De lo contrario, la desprotección que sienten los comuneros, se transformará en rechazo libertario del Estado.