La decisión de los chayeros vicentinos, obedeció a la difícil situación que no escapa a los riojanos, donde la falta de recursos también afectó - considerablemente los eventos socio culturales que identifican a la provincia durante febrero, donde en calles y localidades, el espíritu carnavalero de apodera de la celebración ancestral como cotidianeidad del segundo mes del año.

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En diálogo con Medios El Independiente, Juan Carlos “Pishila” Farías, uno de los organizadores reconoció con nostalgia que “este año no podremos concretar una nueva edición de “La Chaya del Arbolito”, lo cual responde principalmente a lo económico, ya que todos los requisitos necesarios para la concreción demandaban bastante dinero y en la actualidad es uno de los factores más determinantes debido a la situación que atravesamos”, como país y provincia.

Respecto a ello, y en relación a las autorizaciones de las instituciones competentes advirtió que “no se están autorizando las Chayas en lugares abiertos (calles), y esto hace que también se vaya perdiendo la esencia del lugar que por tantos años cobijo a muchos amigos de toda la provincia y del país”, mientras agregó que éste grupo de chayeros, “trabajará arduamente para que el 2025 nos permita reencontrarnos en esta fiesta popular, cultural y continuar con nuestras tradiciones ancestrales a orillas del Tajamar”, concluyó sin antes agradecer a vecinos, artistas, músicos y bailarines, como así a tantos amigos que siempre asistieron a esta popular chaya barrial, “Pal’ año ay’ volver si Dios así lo quiere ... Un gran abrazo chayero y vicentino”.

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