La víctima fue asesinada de más de 50 puñaladas, presuntamente durante un robo, al tiempo que en la vivienda fueron encontradas sanas y salvas, encerradas en un baño, sus hijas mellizas.
Tres hermanos serán juzgados el año próximo acusados por el femicidio de Jimena Salas, asesinada de 50 puñaladas en 2017 en la localidad salteña de Vaqueros, luego de que en un primer debate el viudo de la víctima y otro hombre fueron absueltos del encubrimiento del hecho, informaron hoy fuentes judiciales.
La medida fue resuelta por la jueza de garantías 1, Ada Zunino, y alcanzó a los imputados Javier Nicolás, Carlos Damián y Adrián Guillermo Saavedra.
Fuentes judiciales informaron a Télam que la magistrada remitió la causa a juicio oral tras el pedido de la fiscal penal de la Unidad de Femicidios, Mónica Poma; el fiscal penal de Graves Atentados contra las Personas, Leandro Flores; y su par de Derechos Humanos, Gabriel González.
Los fiscales consideraron a los hermanos Saavedra coautores del "homicidio calificado por alevosía, ensañamiento, criminis causa, por el concurso premeditado de dos o más personas y femicidio" de Salas (44).
Según las fuentes, Javier está detenido en una cárcel y sus hermanos tienen arresto domiciliario y se encuentran monitoreados con pulseras electrónicas.
Si bien aún no está estipulada una fecha de inicio de debate, los voceros indicaron que se realizará dentro de 2024.
El crimen
El hecho investigado ocurrió el 27 de enero de 2017, en el barrio San Nicolás, de Vaqueros, unos 11 kilómetros al norte de la ciudad de Salta, donde la mujer fue encontrada sin vida por su esposo, en el interior de su vivienda.
El cadáver de Salas estaba en la cocina comedor y presentaba signos de violencia provocados por el uso de arma blanca.
De acuerdo con el expediente, la víctima fue asesinada de más de 50 puñaladas, presuntamente durante un robo, al tiempo que en la vivienda fueron encontradas sanas y salvas, encerradas en un baño, sus hijas mellizas, que en ese entonces tenían tres años.
Según la autopsia, la mujer presentaba signos de defensa y se utilizaron al menos dos armas blancas para cometer el hecho.
La hipótesis de los fiscales sostiene que los acusados habrían utilizado una mascota, de propiedad de uno de ellos, para sensibilizar a la víctima, dejándola en estado de vulnerabilidad, lo que fue aprovechado para ingresar al inmueble con fines de robo.
De la investigación surgió que, en días previos al hecho, y desplegando el mismo modus operandi del uso de la mascota para sensibilizar, los individuos abordaron a otras mujeres en la misma zona de Vaqueros, sin lograr concretar ningún ilícito.
Los voceros recordaron que el perfil genético de uno de los imputados fue hallado en numerosas muestras recogidas de la vivienda de la víctima a través de un informe final elaborado por el Servicio de Biología Molecular del Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF), con la intervención de un perito de control designado por la defensa.
Entre otros elementos tenidos en cuenta por los fiscales se mencionaron las imágenes de cámaras de seguridad que registraron la presencia de vehículos de los imputados, ahora secuestrados, en inmediaciones del lugar del hecho, en día y hora precisa, considerados indispensables para la comisión del hecho y para huir rápidamente del lugar.
Otro elemento probatorio de relevancia fue el informe psicológico realizado a los tres imputados en el que quedó plasmado que dos de ellos presentan antecedentes de consumo de sustancias estupefacientes y alcohol, que registran indicadores de peligrosidad y bajo control de sus impulsos en el desarrollo de sus relaciones personales.
Respecto del otro imputado, reveló una personalidad con rasgos psicopáticos, narcisista, egocéntrica y carente de empatía, con indicadores de alta peligrosidad, principalmente hacia las mujeres.
A su vez, los fiscales continúan con la investigación ante la posibilidad de que hayan participado en el hecho más personas, en función de los indicios genéticos recogidos en la escena.
Por su parte, el marido de Salas, Federico Nicolás Cajal Gauffin, fue sometido a juicio por el "encubrimiento agravado" del femicidio de su esposa pero en mayo de 2021 resultó absuelto por la sala VII del Tribunal de Juicio de Salta.
Lo mismo sucedió con Sergio Horacio Vargas, quien había sido acusado de ser "partícipe secundario" del mismo delito.
En ambos casos, los magistrados se remitieron al beneficio de la duda para otorgar la absolución.
Mientras que en septiembre de 2022 fue detenido Javier Saavedra en la localidad de Santa Victoria Este, en el norte salteño, donde trabajaba como voluntario en el marco de una fundación, y a sus hermanos Guillermo y Damián los capturaron en la capital de la provincia.
Fuente: Télam