Diario El Independiente || Edición Digital
Skip to main content

Tradición que sigue viva: Pesebres vestidos en el hogar de familias riojanas

Medios El Independiente recorrió y compartió con familias del barrio 4 de Junio, uno de los más tradicionales de la ciudad, donde se pudo observar y contemplar que aún sigue vivo el espíritu de la navidad en la provincia: armaron pesebres esperando la llegada del Niño Dios, acompañados de vecinos, niños cantores y pacotas.



Catalina Quinteros de Aguilar comenzó preparando su pesebre en una habitación de su casa, “lo hacía con lona, arpillera pintaba con cal, carbón molido… y tiempo después, decidieron construir el visten en la actualidad en un lugar fijo de la casa, explicó Olga Aguilar, hija de Catalina.

Olga explicó la historia detrás del gran pesebre que, comenzó en la ilusión de su madre, y actualmente gracias a la idea de sus hermanos de “trasladar el pesebre un solo lugar”, tradición que se continúa manteniendo.

Contextualizado en tiempo y lugar, con los palacios de los reyes de Roma en esa época, utilizaban plantas reales, ovejas con un símil de lana, pastores, un gran y característico establo donde nació Jesús, Olga junto a sus hermanos, mantienen el deseo de su madre, y abren las puertas a la comunidad para compartir y contemplar al Niño Dios, recibiendo habitualmente la visita de vecinos y pacotas en el lugar.

60 años de antigüedad

Con una cultura “que pasa de generación en generación”, como explicaba María del Carmen Corzo, en su casa paterna, su papa Pedro Bautista Corzo, desde los 18 años, comenzaba en el mes de septiembre con los preparativos de su pesebre. “Año tras año trataba de que sea diferente, y que deje un mensaje distinto”, indicó María.

Con el correr del tiempo, María del Carmen junto a sus hermanos fueron aprendiendo y ganando experiencia de la historia que fue contada por su progenitor, ya que admitió que “no teníamos la misma experiencia que tenía mi papá y fuimos aprendiendo de él”.

Recordó el concurso que realizaba el diario El Independiente, confesó que para su padre era “motivador, tanto para él como para muchos en este barrio”, a tal punto que su papá mandó a hacer figuras para el pesebre de modo particular. Una de ellas fue la imagen de la Virgen María en burro.

Teniendo en cuenta la anunciación del Ángel Gabriel a María, durante la visita a su prima Santa Isabel, pasando por la figura de la Virgen en Burro, hasta la llegada de los Reyes Magos al pesebre, este pesebre tiene más de 60 años y busca año tras año “mantener presente esa cultura y celebrar la Navidad como un gran acontecimiento”, explicó Corzo.

El pesebre de los milagros

“Él me ha hecho el milagro, yo estoy sanando. Gracias a Dios fui a hacerme los controles en Córdoba y ya tengo menos”, comentó emocionada Patricia Rodríguez, madre de Jonathan Fuentes, quién se encarga de continuar el legado que su abuela le dejó hace 30 años.

“Mi abuela falleció justo el 24 de diciembre, y yo tenía 5 años cuando ella me regaló el niñito. Desde ahí comenzamos a armarlo muy pequeñito, y cada vez fue creciendo. Siempre nosotros lo hemos hecho con mucho compromiso, y también mucha responsabilidad”, explicó Jonathan.

Esta tradición, también ha llevado a la familia, a indagar y estudiar con mayor profundidad el contexto en que se dio el nacimiento del Niño Dios señaló Fuentes, “es algo que se vive con mucha fe, como lo que es” concluyó en su relato durante la visita de Medios El Independiente.