
El transporte urbano de pasajeros a cargo de Rioja Bus hace ya varios años, ha desatado intensos debates desde su implementación hasta hoy, pero más allá de esto, algunos usuarios están conformes con el servicio, mientras que otros señalan que esperan más, al tratarse de una empresa estatal.
Hace casi cinco años que el sistema de transporte público de pasajeros en la ciudad Capital está a cargo de la empresa estatal Rioja Bus. Hoy en día el boleto cuesta 600 pesos, mientras que para personas pensionadas o jubiladas el precio es de 360. Ahora las personas con discapacidad no pagan boleto, al igual que los estudiantes que acceden al programa “Boleto Estudiantil Gratuito”.
Casi al comienzo de esta semana, y a través de sus redes sociales anunciaba la reducción de su frecuencia habitual, todo esto debido al receso de verano, donde señalaban que “los tiempos de espera entre unidades pueden aumentar” por lo que en ese mismo comunicado sugerían el consultar las frecuencias a través de la aplicación disponible.
Por otro lado, el viernes pasado desde la Secretaría de Trasporte, se emitió un comunicado aún menos esperado, y es que sacaba de circulación por tiempo indeterminado a las unidades de piso bajo, o sea las que están óptimas para las personas con discapacidad. En el comunicado señalaron que estas medidas se deben “a la compleja situación económica que atravesamos, y al fuerte impacto que esto genera en los costos operativos, especialmente en el combustible”.
Para constatar esta realidad, Medios El Independiente se ubicó en la avenida Rivadavia, en la conocida parada de la iglesia La Merced, un punto neurálgico donde el calor riojano no da tregua. Alrededor de las 18:27, se podía observar un promedio de 12 personas aguardando bajo una garita cuyas condiciones son aceptables, aunque los carteles indicativos, si bien aún legibles, ya muestran el desgaste del tiempo y requerirán una renovación urgente para el próximo año.
Durante una hora de observación directa, el flujo de unidades permitió analizar no solo la frecuencia, sino también el confort, un factor clave en esta región de la Argentina.
Alrededor de las 18:29 arribó la línea 7, un detalle sin funcionamiento del sistema de aire acondicionado; a las 18:37 pasó un coche de la línea 6 también sin equipo de aire en condiciones y con pocos pasajeros; 18:40 y 18:41 las líneas 1 y 2 llegaron casi juntas, ambas con poca gente y aire acondicionado funcionando, mientras que a las 18:42 la línea 5 se sumó a la seguidilla, con aire y pocos pasajeros sobre ella. Eso de las 18:46 y 18:47: La línea E y la 4 pasaron con aire encendido, esta última fue la primera en verse con casi la mitad de su capacidad ocupada, eso de las 18:52 coincidieron la línea 1 y la NS, ambas con aire acondicionado encendido.
Hacia las 19, el panorama cambió levemente, la línea 2 y la línea 1 circularon sin que funcionaran los equipos de aire acondicionado, una carencia que se siente profundamente cuando la temperatura no baja de los 35 grados. En total, en un lapso de aproximadamente 45 minutos, circularon 16 unidades. Si bien la cantidad de vehículos parece fluida, el cumplimiento del servicio de aire acondicionado resulta aleatorio, funcionando solo en algunas unidades o por franjas horarias, según comentaron algunos usuarios.
La experiencia en la parada confirmó lo anunciado la frecuencia estival ronda los 30 minutos por línea, y aunque la mayoría de los coches circulaban con poca carga, el desafío de Rioja Bus sigue siendo la uniformidad del servicio. El usuario no solo busca llegar a destino, sino hacerlo en condiciones dignas frente al clima extremo, recordándonos que la eficiencia de lo estatal se mide en los detalles del día a día.
Sin climatización
Medios El Independiente consultó a varios usuarios sobre el servicio de la empresa y la mayoría se quejó por la falta de aire acondicionado. Marta, una asidua pasajera manifestó que “al principio todo está de lo mejor, pues los coches circulaban con los equipos de aire a pleno, pero ahora en la mayoría de los colectivos dejaron de funcionar” y agregó “en este tiempo, de mucho calor viajar sin refrigeración es bastante pesado”.
Otro usuario, Juan Carlos expresó que “al parecer no hay mantenimiento de los equipos, por eso se ha llegado a esta situación que casi todos los colectivos están sin aire acondicionado. No me explico esta situación, tanta publicidad que hicieron de comodidad y confort pero estamos lejos de eso”.
Es sabido que durante el verano, la ciudad presenta altas temperaturas y condiciones desfavorables para las personas. Quienes en forma diaria utilizan el servicio de transporte urbano sin dudas necesita condiciones adecuadas de refrigeración.
Los colectivos, cuando comenzó el servicio, tenían incorporados equipos de aire acondicionado, y habían mejorado en forma notable la calidad del viaje que se realiza en particular de los trabajadores.
En la actualidad, según el relevamiento realizado la mayoría de los colectivos que circulan en esta capital no están climatizados por lo que urge de parte de la empresa que todos los colectivos tengan aire acondicionado en funcionamiento.