
El Día Nacional del Tango en Argentina se celebra cada 11 de diciembre, en homenaje al nacimiento de dos figuras clave: el legendario cantor Carlos Gardel y el innovador director de orquesta Julio de Caro, quienes, en fechas cercanas, marcaron la historia del género y su trascendencia mundial.
Esta fecha conmemora la riqueza cultural del tango, Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, con eventos y actividades en todo el país. El Día Nacional del Tango se celebra cada 11 de diciembre desde 1977 y conmemora los nacimientos del cantor y compositor Carlos Gardel y del compositor, violinista, arreglador y director Julio de Caro.
Una noche de 1965, el compositor y productor artístico Ben Molar (cuyo nombre real era Moisés Smolarchik Brenner) estaba en camino a la casa del director de orquesta y compositor de tango Julio De Caro, para festejar su cumpleaños, cuando se le ocurrió una idea. Se dio cuenta de que el 11 de diciembre coincidían los cumpleaños de De Caro y de Gardel, los mayores exponentes de dos vertientes del tango, símbolo de la cultura nacional. Julio De Caro era la música. Gardel, la voz.
Así es que tomó la iniciativa: ese mismo año, Molar presentó a la Secretaria de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires la propuesta de declarar el 11 de diciembre Día Nacional del Tango en homenaje a ellos. El 30 de septiembre último se cumplieron 16 años de la declaración del tango rioplatense como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
Con este reconocimiento, la Argentina se comprometió a seguir estimulando la producción del tango y fomentando su difusión alrededor del mundo. Con más de 150 años de historia y momentos inolvidables, el tango ha sido un elemento expresivo permeable a los diferentes contextos. La aceptación masiva como parte de la cultura nacional llegó luego de su triunfo en París, allá por 1910, pero su consagración y elevación en la denominada “época de oro” fue durante el período 1940-1955, a la que sobrevinieron años de ostracismo y declinación, para volver recargado con el retorno a la democracia.
En los últimos años, ha habido una explosión de producciones culturales, con prácticas en espacios sociales por todo el país.
Gardel y De Caro juntos en Francia
Cuenta la historia que fue un 11 de diciembre de 1965, en la tanguera esquina de avenida Corrientes y Esmeralda, donde Ben Molar concibió la idea de declarar un Día Nacional del Tango.
Ese mismo año elevó la solicitud ante la Secretaría de Cultura de la ciudad de Buenos Aires, pero fue recién unos cuantos años después, y gracias al acompañamiento de un sinnúmero de organizaciones sociales, que logró su aprobación. Julio de Caro, director, compositor y arreglista, fue uno de los grandes modernizadores de la música ciudadana.
Encarnó una fuerza evolutiva dentro del género y dio inicio a la Guardia Nueva del tango, un movimiento de renovación de la estética musical surgido entre 1917 y 1925. Carlos Gardel, a su vez, fue el iniciador y máximo exponente del tango canción, fue quien inventó la manera de cantar el tango, quien le diera estilo propio, algo que no se había visto hasta ese momento. Desde su origen hasta su fallecimiento en el trágico accidente aéreo de Medellín, Gardel reunió todos los elementos para convertirse en un mito y símbolo del género musical.
En sus años en Francia, Gardel llevó a Julio De Caro a los cabarets parisinos y lo llegó a presentar con su orquesta en la Costa Azul. Solían tener largas conversaciones caminando por las calles de París y así fue que Gardel le pidió que prolongara su estadía en Francia. “El tango tendrá un baluarte aquí si te quedas”, le habría dicho el Zorzal criollo. Sin embargo, De Caro prefirió volver a la Argentina.