
No podíamos dejar pasar tremenda fecha como la del 8 de marzo sin recordar a quien fuera una de las grandes figuras revolucionarias de nuestro país: Fanny Edelman.
Por Partido Comunista de La Rioja
Fue Presidenta del Partido Comunista de mi país, Argentina, hasta su fallecimiento a los 100 años, en 2011. Su figura es un emblema de la lucha contra el fascismo, siendo una de las brigadistas que acudió a la península ibérica a pelear contra el franquismo en defensa del proceso revolucionario español en 1937. Un año antes había sido una de las fundadoras de las primeras organizaciones feministas del país.
Es imprescindible hoy, en este contexto de ascenso de un nuevo fascismo, recordarla por su fuerte cuestionamiento del patriarcado y la relaciones jerárquicas entre los sexos en el contexto de la sociedad capitalista. Por esto, ella pensaba el feminismo en el marco de la lucha de clases.
En las conversaciones volcadas en el libro Marxismo y Feminismo, Fanny cuestionaba con fundamentos la tesis del fin de la historia y cómo esta estaba atada a una defensa del patriarcado. Recordaba ella que “(…) Fukuyama ejemplifica con lo que sucede en los países asiáticos, partiendo de Japón, donde gracias al rechazo de esas sociedades a la igualdad entre los sexos, según él, carecen de problemas sociales. Se trata, entonces, de recuperar el «orden perdido» y marginar a las mujeres del mercado del trabajo y de su libertad responsable de procreación (…). Un tufillo fascistoide se desprende de estas opiniones que pueden asociarse a la política que se desplegó en la Italia fascista, la Alemania nazi y la España franquista.”
Con ella seguimos insistiendo en la importancia de las Madres y las Abuelas en la lucha contra la dictadura. De las huelgas de mujeres trabajadoras en los sesenta, setenta y hasta de la marcha blanca docente. De los primeros Encuentros Nacionales de Mujeres desde 1987. De las piqueteras de Tartagal y Cutral-Co en los 90. E inclusive de esa imagen de las Madres en 2001, en el centro de plaza de mayo asediada por la represión. También en los avances logrados en materia de leyes y derechos en los últimos 20 años.
Aun así, debemos notar la creciente brutalidad de la violencia y las desigualdades contra mujeres y disidencias sexuales, esta vez con un gobierno fascista como el de Milei al frente de la embestida. Por ello, decimos que no podemos comprender cómo a pesar de tantas conquistas las mujeres trabajadores más empobrecidas siguen siendo las más castigadas por la violencia machista y la explotación capitalista, si no reconocemos las limitaciones de la disputa por derechos en el marco del Estado burgués.
En este 8 de marzo, celebramos a las compañeras dirigentas, como Fanny y tantas otras que en la historia y hoy se encuentran al frente de sindicatos clasistas, partidos revolucionarios, comisiones internas, comedores y movimientos sociales. Alzamos la voz por todas las mujeres y disidencias, en este día de lucha contra el capitalismo, el patriarcado y el fascismo.