Se trata de una persona de sexo masculino que se encontraba radicalizado y planificando acciones para cometer un atentado contra objetivos de relevancia en el país, actuando en la modalidad "lobo solitario" y difundiendo propaganda yihadista a través de las redes sociales.
En el marco de un trabajo impulsado por la Dirección Nacional de Inteligencia Criminal, dependiente del Ministerio de Seguridad de la Nación, y la Prefectura Naval Argentina, el 9 de enero se realizaron allanamientos en la localidad de General Roca, provincia de Río Negro. Siguiendo la investigación se logró la detención de una persona de sexo masculino que se encontraba radicalizado y planificando acciones para cometer un atentado contra objetivos de relevancia en el país, actuando en la modalidad “lobo solitario” y difundiendo propaganda yihadista a través de las redes sociales.
Esta operación, es el resultado de varios meses de tareas investigativas en las que participó personal especializado de la División de Investigaciones de Ciberdelitos, junto a personal y medios de la Delegación de Inteligencia Criminal e Investigaciones de la Prefectura de Zona Lacustre y del Comahue, en virtud de la intervención judicial y posterior denuncia efectuada por la Unidad Fiscal Especializada en Criminalidad Organizada (UFECO) a cargo del Dr. Santiago Marquevich ante la Secretaría Penal N° 2 del Juzgado Federal de la ciudad de Campana, a cargo del Dr. Adrián González Charvay, delegando la investigación en la Fiscalía Federal de Campana.
El resultado fue producto de un intenso trabajo y varios meses de investigación, utilizando técnicas especiales contempladas en la legislación vigente, entre ellas el “agente encubierto digital”.
Durante la investigación se identificó al individuo, mayor de edad, residente en General Roca, quien habría sido captado y radicalizado a través de redes sociales, manteniendo vínculos con grupos de origen islámico y que a través de las redes recababa información sobre la confección de Artefactos Explosivos Improvisados (IED) y de tácticas y técnicas de operaciones para llevar a cabo atentados en el territorio nacional, expresando manifestaciones en contra y tratando de sionista al gobierno actual por su apoyo al Estado de Israel, sin definir puntualmente los objetivos sobre los que pensaba llevar a cabo su cometido.
El investigado manifestaba también su afición a las armas de guerra, incluso intentó formar parte del Ejército Argentino, siendo dado de baja sin posibilidad de ser reincorporado por su poca adaptación al régimen militar.
Dado que no recibía órdenes de ninguna estructura superior, se trata de lo que comúnmente se denomina “lobo solitario”, él mismo se autogestionaba e instruía a través de las redes sociales, logrando incluso establecer vínculos por sus propios medios con diferentes contactos en el extranjero para acceder a material y realizar consultas sobre financiamiento para adquisición de armas, yihadismo, tácticas especiales y armado de bombas caseras.
Su perfil criminal coincide con la definición de “lobo solitario”, porque existe la amenaza o el uso de la violencia por parte de un único perpetrador, con el ánimo de influenciar a una mayor audiencia, que no actúa motivado por razones personales o materiales y no tiene soporte directo en la planificación, preparación y ejecución del ataque. En estos casos la decisión de actuar no es dirigida por ningún grupo ni por otros individuos, sin embargo, puede haber sido inspirada en otros.
El resultado de los operativos culminó en el secuestro de elementos probatorios tales como dispositivos de comunicación y almacenamiento, documentación importante y la detención del causante en calidad de incomunicado.