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Tender la ropa afuera: un hábito que beneficia a las prendas y al ambiente

Colgar la ropa al aire libre no solo es una alternativa ecológica y económica, sino también una práctica que puede beneficiar la durabilidad y apariencia de las prendas.



A medida que el verano se acerca, muchas personas encuentran en el secado al sol una solución ideal frente a los tendederos improvisados en salas de estar durante los meses húmedos de invierno.

El secado al aire presenta ventajas claras:
- Acelera el proceso incluso en días templados
- Deja la ropa más fresca
- Reduce el riesgo de que la prenda desarrolle olores a humedad, a diferencia de cuando se seca en interiores.
- Contribuye a mantener un ambiente más sano dentro del hogar, ya que evita la acumulación de humedad que puede derivar en moho.

El sol puede ser un gran aliado para eliminar olores persistentes o refrescar la ropa, siempre que se haga con precaución ya que no todas las prendas deben exponerse directamente al sol.

Hay ciertos tipos de tela que absorben más radiación ultravioleta, lo que provoca decoloración, pérdida de elasticidad y dificultades al planchar. Los colores oscuros, como el negro o el azul marino, son especialmente vulnerables.

La exposición prolongada puede acelerar la degradación de los pigmentos, generando manchas grises o blancas. A estas prendas, es preferible secarlas a la sombra o utilizar el ciclo de secado del lavarropas.