Una persona fallecida, más de 4.000 damnificadas y miles de viviendas con diversos daños dejó el temporal de fuerte lluvia y viento que sacude esta semana el centro y sur de Chile, lo que llevó al Gobierno a ampliar el jueves un decreto de zona de catástrofe.
La víctima -un trabajador agrícola que murió aplastado por un poste de alumbrado público, según las primeras pesquisas- se registró en la sureña región del Maule, vecina a las de Ñuble, Biobío y La Araucanía, las más afectadas por el frente donde hay pueblos inundados, ríos desbordados y vías cortadas, entre otros efectos en esa zona de fuerte actividad forestal y agrícola.
El más reciente reporte de la oficina de desastres Senapred también informó de más de un centenar de personas evacuadas desde tres edificios en una zona costera de la ciudad de Viña del Mar, donde la lluvia provocó socavones en el terreno por el colapso de colectores de aguas lluvia.
El Gobierno ya había decretado zona de catástrofe en la región del Biobío y el miércoles por la tarde anunció la suspensión de clases por dos días en varias regiones de Chile, entre ellas las populosas metropolitana de Santiago y Valparaíso a medida que el temporal llegaba a la zona central.
La ministra del Interior, Carolina Tohá, informó la mañana del jueves que la zona de catástrofe se amplió a una zona de unos 800 kilómetros entre las regiones de Coquimbo, en el centro norte del país, hasta Ñuble.
La medida "nos va a permitir facilitar aún más todo lo que son los procesos administrativos para hacer compras, contrataciones, para disponer de cierto tipo de instrucciones y poder enfrentar en el transcurso del día lo que nos espera", señaló.
En la capital Santiago, donde viven unos seis millones de habitantes, había más de 24.000 clientes sin luz eléctrica y varios sectores de la ciudad estaban anegados.