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Contradicciones

El triunfo electoral de los libertarios en el ballotage de noviembre del año pasado marcó un cambio rotundo en la forma de ver la política, el Estado y los derechos en el país. Sin embargo, las contradicciones en el electorado comenzaron a aparecer a cuatro meses de la instalación de La Libertad Avanza en el gobierno nacional. La más significativa fue la disyuntiva sobre el rol del Estado en la vida cotidiana de los argentinos. En síntesis, una especie de Estado sí - Estado no.



Una parte de ese 56 por ciento que votó a Milei, sigue adelante, apoyándolo a rajatabla y complacidos con las medidas contra la presencia del Estado en la economía, la cultura, el trabajo, la salud, la educación, etc. Una primera mirada podría indicar que es un 30% -el núcleo duro- mientras el resto que lo votó por bronca, desazón, antiperonismo, antikirchnerismo, decepción con la política y los políticos y hasta con un poco esperanza en un cambio, siguen creyendo que va por buen camino.


Ahí, las encuestas muestran una primera y gran contradicción. El presidente conserva un apoyo mayoritario y una imagen superior a toda la dirigencia, pero al momento de opinar sobre las medidas concretas, estas tienen amplio rechazo como si su electorado no terminara de convencerse si está bien retirar al Estado de muchas de las prestaciones que venía realizando hasta ahora.


En esencia, un concepto generalizado sobre el Estado es que fue creado por la propia sociedad para que dé respuestas a sus necesidades básicas en base a una organización más o menos armónica. Si bien es una definición un tanto idealista, lo cierto es que en conjunto con la política tienen que ver con las decisiones que se tomen para organizar la sociedad. 


Claro está que la complejidad de esta concepción incluye una disputa por el poder y la forma de concretar esas decisiones. Hasta ahora, en la Argentina aparecían dos posturas, la liberal/neoliberal que abogaba por un Estado que se inmiscuya lo menos posible en la economía, parte del radicalismo o el peronismo y las dictaduras, por ejemplo; por otro lado, otro sector del radicalismo/peronismo que defendía un modelo de bienestar social y protección a la producción y el trabajo.


La irrupción de la LLA introdujo una nueva visión: el anarco liberalismo que en su forma más radical apunta a la abolición del Estado. Milei ha dicho que el Estado es “una organización criminal” y es el “enemigo” relacionando al Estado con la política y los políticos que dicen velar por el “bienestar de la gente y te viven haciendo trampa y jodiendo la vida”. Así, consiguió y consigue el apoyo de las mayorías, relacionando al Estado con los políticos.


Estado si/Estado no


Claro que, al momento de analizar los efectos cotidianos de su postura, aparecen otras contradicciones. Entre ellas, suponer que la inflación sería del 15 mil por ciento si continuaba el peronismo. Una cifra descabellada que caló hondo en la sociedad y con ese argumento devaluó el ciento por ciento el peso llevando el dólar al doble y liberó los precios. Así la inflación en diciembre fue 25% cuando el mes anterior -noviembre- había sido casi 13 por ciento y octubre 8 por ciento. Una inflación autoinfligada, creada para aplicar el ajuste y que ahora supuestamente disminuye. 


En enero el libertarismo celebró que la bajó al 20,6 por ciento, en febrero al 13,2 y ahora en marzo al 11. Comparando con los meses previos a diciembre/23, casi que la inflación sigue manteniéndose en los mismos niveles. 


Todos admiten que seguirá en baja para el resto del año a costa del sostenido descenso del consumo, la disminución de los ingresos y la pérdida de los ahorros que los argentinos tenían en dólares o pesos. Solo la libertad de precios se puede contabilizar como no intervención del Estado, lo demás ocurrieron por la intervención del Estado.


Otro hecho con mucha trascendencia en La Rioja fue la suba de tarifas. El aumento en la energía arrastró el costo de la distribución de agua potable y para riego. ¿Tiene que intervenir el Estado en regular el precio? El sector productivo riojano, especialmente el vitivinícola chileciteño casi que lo pide.


Este sector, uno de los más importantes de la economía riojana fue de un lado para otro desde que asumió Milei respecto al rol del Estado. En enero, le pidió a senadores y diputados, especialmente a los riojanos, que votaran contra las retenciones del 8% que Milei puso a la exportación de vinos. Los productores se mostraron en contra porque les restaba rentabilidad.


Un par de meses después, el gobierno nacional abrió la importación de vinos -una medida más que libertaria- y el presidente de la Cámara Vitivinícola de San Juan, Gustavo Samper, quien a su vez es el vicepresidente de la COVIAR, institución que integra La Rioja, cuestionó la decisión: “traemos vinos chilenos excedentes, de dudosa calidad o, al menos, de una calidad inferior a los nuestros. Estamos de acuerdo con la apertura de las importaciones de vino fraccionado, pero no de vino a granel porque es un problema para nuestra industria”. Ahora, la medida libertaria les afectaba y la rechazaron.


Intereses por defender


Una tercera decisión libertaria volvió a preocupar al sector productivo: liberación de tarifas y quita de subsidios a la energía.  Mario González, titular de la Cámara Riojana de Productores Agropecuarios (CARPA), habló con Medios EL INDEPENDIENTE sobre la situación y la preocupación por los “los aumentos en las facturas de energía eléctrica de un 420 por ciento, se multiplicaron los valores por cuatro y medio. Es realmente preocupante. Nosotros producimos en La Rioja casi el 95 por ciento con agua subterránea, con lo cual al compararse con otras provincias que obtienen aguas de sus ríos, y en la parte eléctrica o subterránea es complementaria a esa forma de regar, estamos en desventaja". 


Esta vez, los productores pidieron que, por sus condiciones geográficas, la provincia debería ser contemplada al momento de decidir políticas energéticas. Es lo que se conoce como intervenciones selectivas del Estado en algunos sectores de la economía para llegar a desarrollos exitosos. Y, de ese desarrollo saben mucho los productores vitícolas del Oeste riojano, siempre beneficiados con políticas de Estado. Es cierto que no tienen toda la infraestructura que necesitan para producir que, de hecho, le piden al Estado que la haga.


Las redes sociales no le dejaron pasar las declaraciones a González y le recordaron que él y otros productores chileciteños hicieron campaña por Milei.  Los reproches también apuntaron a que ahora reivindicó "el equilibrio que se logró años anteriores, con el aporte del Gobierno nacional y provincial para los costos operativos”.


Estado sí/Estado no, sigue siendo la disyuntiva o quizás no lo sea tanto y prevalezca una u otra según los intereses sectoriales. Es cierto que hay excesivas regulaciones y aliados de los libertarios lo entienden así, pero las medidas siguen apuntando a desmantelar todo lo estatal.


Hay más contradicciones


No muy diferente es el planteo por la epidemia de dengue que afecta al país y a la provincia. El ministerio de Salud dio a conocer que, hasta el 12 de abril pasado, La Rioja, acumuló 3.273 casos y cinco personas fallecidas. Los casos, sobre todo de infectados, nunca mostraran la realidad porque hay que sumar asintomáticos, leves y hasta muy dolorosos que afrontan la enfermedad en el hogar, sin que sean registrados por los organismos de salud.


Estos comunicados oficiales desatan una andanada de críticas de todo calibre en las redes sociales, la mayoría reclamando el accionar del Estado para controlar la epidemia. Aquí se da la paradoja que los libertarios o simpatizantes de Milei le reclaman al gobierno provincial y los opositores al nacional.  


Las redes suman un condimento más al debate: escaso interés por reconocer que el mosquito vive en el hogar y que es ahí donde hay que eliminarlo. Tampoco hay conciencia sobre cómo actuar en caso de estar infectado: pululan recomendaciones caseras, negación de la enfermedad, rechazo a explicaciones médicas y científicas, denuncia de supuestos complot de políticos y laboratorios, etc.
Ante la epidemia parece que hay coincidencias en que el Estado nacional (se desentendió del problema) provincial y municipal deben estar presentes. 


¿Libertarios reclaman Estado?


No muy distinto es el abordaje del conflicto taxistas-remiseros y Uber. Los primeros reclaman a viva voz que el Concejo Deliberante, ergo el Estado, regule o prohíba la contratación a través de la aplicación digital. 


Tampoco es diferente en las universidades nacionales. Por ahora, solo están en plan de lucha, los docentes. Entre los estudiantes no se ven expresiones mayoritarias contra la falta de presupuesto y unos pocos atinan a pedir que se cobre a los extranjeros y sea gratuita para los argentinos.


Ni para unos ni para otros habrá presupuesto a mediados de año, según denunció el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) por eso el Frente Sindical Universitario creado a nivel país y que integran la CONADU –en La Rioja SIDIUNLAR- y la CONADU Histórica -en La Rija ARDU- cumplió dos días de paro la semana que pasó y anuncian movilizaciones exigiendo aumento salarial docente, presupuesto actualizado, restitución del FONID y becas para estudiantes. 


¿Cuántos remiseros, taxistas, docentes y alumnos universitarios son libertarios o los votaron? ¿Desconocían que el anarco capitalismo iba a desmantelar el Estado? ¿De qué lado están, respecto a Estado si/Estado no? ¿Será posible una sociedad sin Estado?