La jornada contó con más de 100.000 personas junto con los familiares de los 134 secuestrados que continúan cautivos en Gaza.

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En medio de la reanudación de las negociaciones con Hamás para llegar a un acuerdo sobre la tregua, el Gobierno de Benjamin Netanyahu enfrentó este domingo la mayor protesta desde su asunción con más de 100.000 manifestantes que exigieron la inmediata liberación de los rehenes.

El estallido de la guerra llevó a la ciudadanía israelí a una unión forzada parcialmente, que no duró mucho tiempo ante la ineficiencia de las medidas del gobierno. Desde aquel momento, sólo existió una tregua de una semana que permitió la liberación de 110 rehenes, y en medio de la nueva negociación para llegar a un acuerdo, miles de manifestantes se movilizaron hacia el Parlamento en Jerusalén para exigir una toma de medidas inmediata.

En rechazo a las políticas aplicadas por el primer ministro, los participantes de la protesta pidieron elecciones anticipadas, a poco de cumplirse seis meses desde el inicio de la guerra, y solicitaron al Gobierno que actúe para conseguir la liberación del resto de los rehenes cautivos en Gaza. Acompañando a los manifestantes antigubernamentales por primera vez aparecieron los familiares de los prisioneros, hastiados de la interminable espera.

Agitando banderas de Israel, un grupo de manifestantes se enfrentó con la policía que intentó contener la protesta, a la cual se unieron en otras zonas decenas de soldados en la reserva del Ejército, que pidieron el reclutamiento de los estudiantes de yeshivá (escuelas talmúdicas).

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