Diario El Independiente || Edición Digital
Skip to main content

¿Una Argentina distinta?

“Una Argentina distinta es imposible con los mismos de siempre”. Así rezaban, entre otros, los mensajes que llevaron a que Milei asuma hoy como el undécimo presidente de la Argentina desde la recuperación de la democracia hace 40 años..



Un proceso electoral que se realizó en el más absoluto respeto a los principios constitucionales y en un marco de comicios transparentes y con la participación de todos los sectores, sin exclusiones. 
 
Ahora comienza la hora de la verdad, o la nueva Argentina, aunque los indicios no muestran cambios significativos, -salvo el titular del Poder Ejecutivo Nacional con su original impronta- ya que funcionarios claves de gobiernos neoliberales conforman el gabinete nacional. 
 
En principio, analizando a los integrantes del gabinete del nuevo gobierno, se lo podría calificar de ecléctico en el sentido de intentar conciliar ideas, valores o estilos diferentes en un país con una grieta política que históricamente existió y se catapultó en los últimos años, al punto de crear situaciones irreconciliables.
 
Una ventaja del eclecticismo podría ser la visión pluralista de los problemas, pero la realidad la desmiente. Hay abundancia de ex funcionarios del PRO, Juntos por el Cambio, radicalismo y peronismo de derecha, menemistas, delarruístas más unos pocos funcionarios k, conservados para mantener el status quo o cierta mirada contenedora hacia el INCUCAI o la imparcialidad en el INDEC.
 
¿Funcionarios libertarios?
 
Por empezar, el futuro ministro de Economía, área clave para diseñar las políticas económicas del país, es Luis Caputo, exministro de Finanzas y expresidente del Banco Central de la gestión de Macri, recordado por el "bono a 100 años", los paraísos fiscales revelados en los Paradise Papers, la liquidación de dólares tras el préstamo con el FMI y el sospechoso vínculo de su familia con el intento de magnicidio a la vicepresidenta Cristina Kirchner. Se sigue con el regreso de Patricia Bullrich, a Seguridad, área que condujo durante el Gobierno de Mauricio Macri a fuerza de represión a la protesta social y mano dura. A Rodolfo Barra, procurador del Tesoro, estuvo en la Corte Suprema del menemismo y vinculado a la privatización de empresas públicas.
 
A Guillermo Ferraro, en Infraestructura, exfuncionario peronista con Duhalde. Funcionarios del “cordobesismo” de Schiaretti como el economista Osvaldo Giordano futuro titular de la ANSES. Si bien nada se sabe sobre las políticas previsionales libertarias, sí se conoce el pensamiento de Giordano, sobre el sistema jubilatorio de Argentina recomendando un ajuste “a la cordobesa”. También diferencias con Milei ya que diferenció entre ajuste y ordenamiento: "Ajuste es suspender la obra pública, despedir, alterar la movilidad previsional para conseguir efecto inmediato... pero eso no arregla las cosas, o no se puede hacer porque es insostenible. En el ordenamiento se ve cómo adapto lo que tengo para tener mejores resultados. Gradualmente, sí, irá bajando el gasto". ¿Podrá congeniar con Milei?
 
Medidas de siempre
 
Claro que son solo nombres, personas que por sus antecedentes dan cuenta que las políticas que defienden ya las aplicaron en el momento de ser funcionarios o gobierno. Por eso, el mensaje central de Milei en su campaña se transforma ahora en pregunta inversa: ¿Una Argentina distinta es posible con los mismos de siempre?
 
Otra vez los mismos de siempre, los del modelo neoliberal en la dictadura cívico militar; los mismos de los 90 con la convertibilidad que intentaron seguir con la Alianza de De la Rúa y volvieron con el PRO. También está la “patria económica”, generada por una economía con enorme concentración de la riqueza en unos pocos dueños de monopolios y oligopolios que deciden precios, valor del dólar, especulación financiera, fuga de divisas, salarios a la baja, desregulación laboral.
Mientras se espera que hoy, el ya presidente Milei, anuncie las medidas que aplicará desde mañana, el periodista Marcelo Bonelli del diario Clarín, difundió un listado de políticas que a simple vista ya se aplicaron en distintos momentos de la historia nacional.
Por ejemplo que, la deuda de Leliqs del BCRA pase al Tesoro nacional podría dar lugar a un plan BONEX, el mismo plan que aplicó Menem para semidolarizar con el 1 a 1. Entonces fue la apropiación de los ahorros a cambio de un bono que con el tiempo perdió el 70 por ciento de su valor. Fue exitoso al principio, disminuyó la inflación, pero diez años después terminó con desempleo, pobreza, desindustrialización, inflación y estallido social en 2001.
 
Devaluación del ciento por ciento y dólar oficial a 600 pesos (los precios ya subieron con el dólar blue a 1.200; ahora volverán a subir con el oficial). También el impuesto PAIS para contratar servicios en el exterior, como plataformas de series y películas, compras con tarjetas y lógicamente todo lo que se importe. Se prevé una suba del 30 por ciento de los combustibles y simultáneamente un congelamiento salarial, las mismas medidas que tomó Martínez de Hoz al inicio de la dictadura cívica militar para dominar la inflación.
 
Seis años después, estas medidas más otras como la apertura de importaciones, dejaron un país arrasado con una deuda externa que condicionaba cualquier política de gobierno, tal como volvió a suceder entre 2015 y 2019 con Macri en la presidencia.
 
Tampoco obra pública
 
Se confirma la suspensión de la obra pública, al menos las futuras, se supone que, si continua el Presupuesto actual, las iniciadas o licitadas seguirán, pero como no habrá actualización por inflación será complicado que se concreten. A diferencia de lo que dijo Milei en campaña, solo se harán con financiamiento externo, dejando de lado que los vecinos las financien.
 
¿Qué significa financiamiento externo? Lo mismo que anunció Macri en su gobierno “lluvia de inversiones". Una investigación de la Fundación Libertad y Progreso -creíble por su relación con sectores liberales- indicó que la Inversión Extranjera Directa entre 2016 y 2019 fue de USD 9.770 millones, a un promedio de USD 2.442,5 por año, muy lejos del 20% del PBI que los economistas consideran un nivel aceptable para una economía emergente.
 
Todos los gobiernos liberales y neoliberales prometieron inversión extranjera, nunca lo consiguieron porque los inversores piden demasiadas facilidades: pagar bajos salarios; empleados sin beneficios sociales y gremiales como los tiene Argentina, menos impuestos y sobre todo llevarse las ganancias al extranjero.
 
Una salida para la obra pública podría ser acceder a financiamiento de organismos internacionales como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Banco Mundial (BM) o Banco de Desarrollo de América Latina (CAF). Actualmente el CAF, por ejemplo, financia el Programa de Mejoramiento de Barrios (PROMEBA) en Villa Unión con plantas cloacales, acueductos y defensas, pero son proyectos a largo plazo, con extensos tiempos de planificación y condicionados por las relaciones que el gobierno mantenga con el FMI.
 
Ajuste votado por el 56%
 
Esas serían algunas de las medidas que tome el nuevo gobierno, las otras también fueron aplicadas en épocas de neoliberalismo como apertura de mercado, desregulación laboral, suba de tarifa, fondos sin actualización para las universidades y privatización de empresas. 
 
El ajuste que se avecina fue votado por el 56 por ciento del electorado, serán capaces de soportarlo. Nadie desconoce que la falta de solución a los problemas macroeconómicos de la Argentina por parte del Gobierno del Frente de Todos no se concretó y desató una inflación que caló hondo en la sociedad. 
 
La diferencia con el ajuste libertario es que no habrá políticas de contención y compensatoria con subsidios, asistencia a los más vulnerables, bonos salariales, devolución del IVA, eliminación de impuestos, créditos para emprendedores o PyMES, etc, etc.
 
La Rioja con los mismos fondos
 
A las consecuencias que tendrán a nivel nacional, se sumarán las que acarree para La Rioja. De hecho, la más contundente, en caso de ser ciertas las versiones que circularon este viernes, es que el Presupuesto 2024 será el mismo del 2023 lo que significa el congelamiento de los gastos. El segundo mandato de Quintela no podría disponer de actualizaciones por inflación en cuanto a los fondos por la Coparticipación. Tampoco del proyecto para el año próximo que incluía el doble del Fondo Compensatorio que ahora se verá reducido a la mitad, lo mismo que se recibió este año. Otra merma serán los fondos en auxilio a las provincias en caso de emergencias, cuyo recorte también se anunció.
 
Mañana asumirá Quintela su segundo mandato como gobernador y en cada departamento de la provincia comenzaron a asumir los nuevos intendentes y los reelectos. La institucionalidad mantiene vigente la democracia, pero la preocupación por los recursos que dispondrá la provincia pesará bastante hasta que se sepa el rumbo que tomará el gobierno nacional.
 
Preservar la institucionalidad
 
Más allá de las políticas económicas que aplique uno u otro gobierno, la prioridad en Argentina tiene que ser la defensa de la democracia. En ese contexto, hoy asume como presidente Javier Milei, quien recibirá el bastón de mando, con un diseño que conserva la simbología nacional; 24 provincias y las islas Malvinas, entre otros detalles. Las cuestiones de forma y fondo como jurar ante el Congreso tiene valor legal pero también histórico en una Argentina surcada en el pasado por una institucionalidad precaria interrumpidas por continuos golpes de Estado.