Una vez más, el sistema electoral argentino mostró su eficacia, tanto que el apoderado de La Libertad Avanza, un par de horas antes de conocerse -la noche del domingo 19- que habían ganado el balotaje salió a decir que fue una elección absolutamente transparente, pese a que ellos mismos, dos días hicieron una denuncia judicial de fraude. ¿Lo hicieron para culpar a alguien por sí perdían? Afortunadamente, la democracia quedó a salvo una vez más y en resguardo la institucionalidad.
Ahora queda por saber cómo culminará la transición hasta el 10 de diciembre y mucho más importante, qué medidas aplicará el nuevo gobierno. Ahí sí hay bastante incertidumbre y hasta contradicciones por los constantes cambios y anuncios, alrededor de nombres que se han vertido posterior al triunfo de los libertarios para el gabinete del presidente electo como las políticas que se priorizarán.
En solo una semana, de un gabinete libertario se pasó a un gabinete macrista. No por fraude sino porque la agrupación política que salió tercera pasó a ocupar lugares claves para gobernar, pese a que el propio Milei dijo que el acuerdo electoral era sin condicionamientos.
Pelear por los recursos
En La Rioja, Ricardo Quintela llamó a la dirigencia a evaluar la derrota y todo indica que fue más catarsis y sanar heridas que pasarse facturas. Buscar responsables o culpables fue a través de terceros porque hasta ahora no hubo dirigente ni sector político del peronismo que públicamente haya marcado responsabilidades. Hay una especie de confirmación de que Milei es un fenómeno de estos tiempos, imparable, volátil, impredecible, sin desconocer errores del peronismo y la falta de mirada sobre una nueva sociedad.
En tanto, el gobierno comienza a plantearse como defender los recursos de la provincia. Lo anticipó la vicegobernadora Florencia López en una entrevista que se publicará por estos días en este medio. Tras hacer un balance de su función dijo que asumirá el mandato que le dio el pueblo riojano al peronismo: gobernar la provincia. Sostuvo que no se la dio a Milei, lo eligió a Quintela y después, en octubre a los legisladores de Unión por la Patria. La Rioja eligió al peronismo y a ella senadora nacional por lo que anunció un rol activo en el Congreso.
La tarea no será fácil porque el recorte de fondos para subsidios, obra pública y otros que las provincias financian con los ATN es el punto en conflicto con el futuro gobierno. Asegurada la Coparticipación no por graciosa concesión de Milei sino porque constitucionalmente son fondos que le corresponden a cada provincia quedan pendientes los ATN, Fondo de Aportes del Tesoro Nacional, destinados a atender "situaciones de emergencia y desequilibrios financieros" de los gobiernos provinciales.
Este año La Rioja tenía asignados 47 mil millones de pesos de fondos extra-coparticipables. Ese montó se repartió en 45 mil millones para la provincia; y el resto entre el municipio Capital y los 17 restantes. Se usan o usaron en obra pública, incentivos al turismo, emprendedores, industrias, empresas del Estado, entre otras. A esos fondos se sumaron 17 mil millones con destino específico viviendas, caminos, agua, cloacas, escuelas, hospitales. Esos son los fondos que Milei anunció que recortará.
Quintela, con el aval del ex presidenciable y ministro de Economía Sergio Massa, logró incluir en el proyecto de Presupuesto Nacional 2024 que se presentó en setiembre, el doble de esos fondos: $94 mil millones que quedaron pendientes de aprobación para después del balotaje. En la vorágine por el reacomodamiento de legisladores nacionales que asumirán en diciembre y la formación del gabinete nadie le pone fecha al tratamiento del Presupuesto.
Incertidumbre
La incertidumbre crece respecto a las medidas que aplicará LLA también el nombre de los funcionarios que acompañarán a Milei. Los continuos cambios llegaron al extremo de un significativo viraje hacia el macrismo, “la casta misma” y con los mismos que fracasaron en 2015/18.
El descontento hacia el interior de los equipos técnicos que se formaron alrededor del ideal liberal y anarcocapitalista que caracteriza a la agrupación se hicieron público.
El que se despidió por su propia cuenta fue Emilio Ocampo, economista, primer funcionario designado por Milei para integrar su gobierno el pasado 22 de septiembre, aún antes de ser electo. Ocampo vaticinaba que "en 16 meses todos los pesos se canjearán por dólares”. La renuncia del funcionario que no fue funcionario como futuro presidente del BCRA para dolarizar y eliminar la entidad fue la novedad de los últimos días. Se fue porque se anunció como posible ministro de Economía a Caputo que le presentó a Milei un proyecto de no prevé una dolarización en lo inmediato.
Caputo es, Luis “Toto”; primo de Nicolas “Nicky” y miembro de la familia Caputo viejos conocidos de los argentinos. Luis ya ocupó el cargo de presidente del Banco Central durante la presidencia de Macri; su primo hermano Nicolás "Nicky", el ministerio de Economía en ese periodo y Rossana Caputo, la diseñadora vinculada a la empresa Caputo Hermanos, contacto financiero con los grupos responsables del atentado a CFK.
El avance del macrismo sobre la conformación del gabinete libertario sumó otra área clave: Seguridad donde volverá Patricia Bullrich, la excandidata a la presidencia y ex ministra de Macri. Otro ex funcionario del PRO, Demian Reidel, ex vicepresidente del BCRA que destrabó el cepo al dólar en los inicios del gobierno de Cambiemos en 2015, también integrará la grilla de funcionarios en futuro gobierno.
Una pata peronista
Así los cargos claves quedaron -hay que esperar hasta el 10 de diciembre para confirmar- en manos del macrismo. Alejado ya de sus equipos libertarios, Milei comenzó a tejer alianzas con otros sectores políticos y el más apetecible es el peronismo que le puede aportar diputados en el Congreso al momento de tratar el paquete de medidas que presentaría el mismo día de su asunción.
Apuntó hacia la fórmula presidencialista, Schiaretti-Randazzo, que ni lerdos ni perezosos, uno por viejas diferencias con los k y otro en afán revanchista aportaron lo suyo. El cordobés envió dos funcionarios propios: Franco Mogetta, para Transporte, área clave para distribuir subsidios a empresas que ya anunciaron despidos o suba de tarifas, y su actual ministro de Finanzas, Osvaldo Giordano, para la ANSES, donde estaba casi oficializada Carolina Píparo. La “pata peronista” se vería equilibrada con la posible designación del diputado nacional Randazzo al frente de la Cámara de Diputados, espacio que también quiere el macrismo.
Macrismo explícito
El desplazamiento de los primeros mileístas del gabinete de Milei tendría que ver precisamente con un cambio en las medidas del próximo gobierno. Se estaría abandonando la idea de la “motosierra” para acabar con el BCRA, el ajuste a la casta política y otras medidas de shock porque no alcanzan para reducir a cero el déficit fiscal.
A cambio las medidas serían gradualistas para ir bajando el gasto de a poco, un ingrediente que surgió en los últimos días y que no condice con los deseos del expresidente Macri quien dijo que de ser gobierno haría lo mismo que hizo antes pero más rápido. Por eso, la incertidumbre y las contradicciones están a flor de piel dentro mismo de LLA.
Públicamente, Milei dejo de insistir con medidas de choque, solo dijo que lo único no negociable es el cierre del BCRA, claro que no será lo mismo hacerlo estallar apenas asuma que hacerlo después, gradualmente.
Contradicciones
A la incertidumbre que se creó alrededor del nuevo gobierno se suman contradicciones porque las propuestas de Milei no son las que realizó en campaña blandiendo una motosierra y anunciando ajuste a “la casta” porque no le alcanza para reducir el déficit fiscal.
Ahí aparecen contradicciones en el futuro gabinete que viene diseñando -copado hasta ahora por el macrismo- por las distintas miradas sobre los problemas de la Argentina.
Un ejemplo, son las Leliqs (Letras de Liquidez) o documentos que se firman a cambio de una deuda en el mercado financiero mundial. En Argentina son fondos de los plazos fijos que los bancos le prestan al Banco Central. Estas Leliqs según el gobierno actual, algunos economistas y hasta el propio FMI, no son un problema económico grave porque es deuda en pesos. En cambio, para libertarios y macristas son una bomba de tiempo que hay que desarticular por ser fuente de emisión en pesos para financiar el déficit fiscal.
Caputo, al que el propio Milei responsabilizó en campaña de crear esta bomba en 2018 (también ideólogo de la deuda a 100 años con el FMI) durante el gobierno de Macri, le hizo una propuesta para desactivarlas. Las transformaría en bonos usando recursos del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) de la ANSES, entre otros activos. Las críticas apuntan a que transformaría una deuda en pesos a dólares y se sabe que esta modalidad pasa a engrosar la deuda externa del país.
Solo este ejemplo, basta para observar la falta de miradas comunes a los problemas macroeconómicos de Argentina: cada uno trae su receta y la aplica. Con los libertarios pasa lo mismo: “si quemamos el BCRA” lo demás se soluciona; “si dolarizamos” lo demás viene solo; “si desactivamos las Leliqs” se podrá quitar el cepo, bajar la inflación, dolarizar. En fin, Caputo aplicó la receta y tres meses después, con fracaso a la vista, tuvo que renunciar. El “Messi de las finanzas” -como lo calificó Macri- vuelve.