Los legisladores riojanos -opositores y oficialistas- que resulten electos para la próxima composición del Congreso de la Nación serán una minoría con relación a provincias con mayor población, especialmente en Diputados, ya que, en el caso del Senado, es igual el número de representantes para cada provincia -3 por cada una de ellas-..
No obstante, el desafío estará en las estrategias para que La Rioja en el marco de las asimetrías y desigualdades sea tenida en cuenta con políticas de desarrollo. Una estrategia sería actuar en bloque según las regiones a modo los gobernadores del Norte Grande.
Este desafío ha sido una constante para los riojanos, pero no fue obstáculo para que se destaquen. La historia riojana muestra la dilatada trayectoria legislativa que marcaron a nivel nacional, desde el primer representante, Pedro Ignacio de Castro Barros que llegó a Buenos Aires apenas concretada la Revolución de Mayo en 1810, pasando por Joaquín V. González de proficua labor como senador tanto que aún hoy uno de sus tantos proyectos como la Ley Nacional del Trabajo de 1904 es motivo de estudio y consulta en derecho laboral y más recientemente Raúl Galván, dirigente de la UCR clave para el retorno de la democracia en los 80 o Eduardo Menem, senador y luego presidente de la Convención que reformó la Constitución en 1994, entre muchos más.
Más allá de los modelos económicos que representaban los mencionados, lo cierto hoy es que, la política está atravesada por lo que se conoce como “grieta”, una división que ha sido ridiculizada, utilizada para hostigar al otro, para odiar al que piensa diferente suponiendo que si la grieta desaparece los argentinos estarán unidos y serán felices cuando en realidad se trata de una grieta ideológica, ideas distintas, modelos sociales económicos y culturales diferentes que han existido en todos los tiempos y existen en todo el mundo como formas en que la sociedad se organiza como Estado y que un gobierno, según una ideología, ejecuta.
Mientras esta concepción de grieta persista será difícil que los legisladores riojanos acuerden defender los intereses de la provincia cuando accedan al Congreso de la Nación porque el recinto legislativo sigue dividiéndolos ideológicamente: peronismo, por un lado, libertarios por otro, cambientistas más allá. Cuando esta Rioja -postergada y ninguneada por un poder económico centralista que la considera inviable- lo que necesita es estar incluida al momento de decidirse la distribución de los recursos.
La fuerte apuesta que realizó el gobernador Ricardo Quintela en el mismo centro del poder político y económico de la Argentina que es CABA, no solo por la unidad del peronismo también enfrentando a la Corte Suprema cuando falló a favor de más recursos para la Capital Federal, por ejemplo, es una evidencia que no le será fácil gestionar la provincia si la oposición gana las elecciones. En ese contexto el rol de los candidatos riojanos peronistas será crucial para “votar en defensa propia, en defensa de La Rioja”, tal como lo dijo Sergio Casas, que encabeza la lista de Unión por la Patria para diputados en declaraciones a Medios El Independiente porque se trata de defender los intereses locales, de apostar por un modelo político incluyente, un modelo que acumula siglos de luchas federales y que La Rioja, tal como lo dice la Cantata Riojana está dispuesta a dar: “Mientras haya riojanos, habrá caudillos” y con esa premisa deberían plantarse los riojanos de cualquier signo político porque los caudillos marcaron el camino del federalismo.
Sin embargo, el riesgo está presente dentro del mismo oficialismo y hacia adentro de UP a partir de la fuerte oposición que se generó, por parte del kirchnerismo más duro contra la candidatura de Sergio Massa. Y, Massa logró ubicar un representante directo en La Rioja, el ministro y precandidato a diputado nacional Ismael Bordagaray, que se mostró entusiasta con la postulación del referente del Frente Renovador. La posibilidad de una inclinación más hacia la derecha del precandidato presidencial como sostiene el peronismo k, tiene fundamento en los antecedentes de Massa, en su actuación durante el gobierno de Macri. Tantas son las diferencias, que agrupaciones políticas riojanas apoyaron de inmediato la precandidatura de Juan Grabois y están tan movilizados que ayer sábado 1, se convocaron a la sede de la Mutual Ciudadanos Solidarios Riojanos en el barrio Loteo San Nicolás para comenzar a organizarse para las PASO con la lista Justa y Soberana de Grabois Presidente.
Por el lado de la oposición, Juntos por el Cambio, la provincia también corre riesgos, atendiendo a la plataforma electoral y a las declaraciones de los precandidatos. En general sostienen que hay que “administrar de otra forma los recursos del Estado” y se muestran inclinados a incrementar la producción local en minería, energías renovables, industria del conocimiento, alimentos, turismo, etc.; aunque no explican cómo atraer las inversiones privadas. Se sabe que, a nivel nacional, JxC intentará reducir impuestos para que las empresas generen puestos de trabajo, pero acá se aplicó la ley 22021 de 1979, un régimen especial de franquicias tributarias para estimular el desarrollo económico que fue muy exitoso hasta que un supuesto costo fiscal negativo obligó a cercenar sus alcances. O sea que bajar impuestos no es suficiente.
En sus declaraciones, los precandidatos opositores insisten en que generarán políticas públicas para los riojanos, más obras públicas, más servicios por ejemplo gas de red, pero son promesas contradictorias con lo que dicen los presidenciables de JxC cuando hablan de bajar el gasto público que incluye la obra y las políticas públicas. Tampoco explican qué harán si el FMI los obliga a priorizar los pagos por la deuda adquirida por el mismo sector político en la gestión anterior sabiendo que el Fondo propuso postergar la obra del gasoducto recientemente concluido en el marco de la reducción del gasto.
En general, hacer política no debería ser una expresión de deseos como “asumiré este compromiso”, “es un orgullo”, “actuaré con responsabilidad, “con amor, con vocación” tampoco sostener el discurso de que la “política es mala”, “todos roban”, “estamos cansados de los políticos”, “hay que eliminar a” cierto sector, o eliminar el gasto político por los sueldos, infraestructura, viajes, etc. Todos esos mensajes no contribuyen al debate de ideas, al intercambio de propuestas y al análisis de las ventajas o desventajas de tales decisiones.
La dirigencia riojana o los próximos legisladores que representen a La Rioja de cualquier signo político deberán hacer una propuesta superadora, una propuesta que se sostenga en los intereses de la provincia y de la región al modo de los gobernadores del Norte Grande. Este grupo de 10 gobernadores superaron la grieta y marcaron un camino. En el caso de los gobernadores peronistas sentaron precedente al hacer escuchar sus voces en el armado de la propuesta electoral del oficialismo.
De la misma forma se debería hacer a nivel del Congreso de la Nación, prácticamente paralizado actualmente por las diferencias entre oposición y oficialismo. Una propuesta superadora que proponga por ejemplo discutir leyes y normas por regiones, con sus propias características y necesidades y no que diputados y senadores queden atrapados en el debate al que los obliga el centro del poder económico y político de Argentina.
Los gobernadores del Norte Grande dieron el ejemplo si se tiene en cuenta que conforman un bloque compuesto por los mandatarios peronistas de Santiago del Estero, Tucumán, Catamarca, La Rioja, Formosa y Chaco; de partidos provinciales de Salta y Misiones; de la Unión Cívica Radical en Corrientes y de Juntos por el Cambio en Jujuy, con fuertes diferencias ideológicas y sin embargo lograron unirse y consiguieron incluir en el Presupuesto nacional de este año, financiamiento para políticas en favor del Norte Grande.
Cooperativismo
Ayer se celebró el Día Internacional de las Cooperativas, la trigésima primera celebración desde que la Asamblea General de las Naciones Unidas declarara su día en 1992. Actualmente casi 800 millones de personas están vinculadas al movimiento cooperativo en todo el mundo, gozando colectivamente los beneficios solidarios en todos los rubros de producción y servicios de la amplia cartera de actividades: desde exploración y explotación minera hasta los servicios de educación, o de crédito o pesqueros; y así sucesivamente por cada una de esas actividades.
En Argentina existen unas 21.000 organizaciones productivas cooperativas, también, cubriendo la demanda de producción y servicios en todos los rubros.
Nuestro país generó, a partir de las continuas crisis políticas y económicas, un modelo inédito en el mundo, que se las conoce como empresas recuperadas, pero que, en definitiva, jurídicamente, son exactamente igual que todas las vigentes en el país, pero que conlleva consigo símbolos de lucha y resistencia para subsistir y sobreponerse a la adversidad de aquellas megas crisis.
Tal vez por ello es por lo que al cooperativismo se lo encasilla como cuasi remedio para paliar crisis o la última opción para la contención de personas con planes sociales.
Sin embargo, la realidad es totalmente opuesta a aquello: es un motor productivo y generador de riquezas tal cual fuere cualquier empresa nacional o extranjera radicada en el país, con la gran diferencia sobre el modo o destino de esa administración de recursos: las cooperativas per se son sin fines de lucro, generan rentabilidad social entres sus miembros y la comunidad que las contiene, son incluyente -no expulsan mano de obra-, son democráticamente administradas por sus miembros y contienen principios y valores de gran arraigo en sus gestiones que aseguran el traspaso generacional basados en la democracia, solidaridad, responsabilidad comunitaria y equidad, entre otros valores.
Es un deseo y también un reclamo, que las políticas públicas de los gobiernos y sus legislaciones fomenten el ejercicio cooperativo en defensa de los intereses auténticamente republicanos, federales e inclusivos para todas y todos los argentinos.