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Sol de mayo

Es innegable el poder de convocatoria de Cristina Fernández de Kirchner. No sorprende ni a propios ni extraños, pero sí incomoda a muchos..



Aunque se sabía desde hace tiempo que Cristina tendría un rol fundamental en el armado político en vista a las próximas elecciones nacionales, los propios dichos de ella -que no sería candidata- más los embates jurídicos y mediáticos sufridos, podrían haberle hecho mella al protagonismo de la actual Vicepresidenta, además de ser parte de un gobierno devaluado en retirada.

Sin embargo, nada de eso sucedió y, al contrario, Cristina adquiere una centralidad casi absoluta entre los aliados del Frente de Todos que no parecen encontrar el rumbo ni acciones resolutivas al debate que enfrentan muy próximas a las PASO: el principal socio de la coalición oficial, el Partido Justicialista, no logra siquiera definir posición con respecto a las primarias ni mucho menos candidaturas.

La Rioja presente

El acto del 25 fortaleció el vínculo entre Cristina Fernández y el gobernador Ricardo Quintela, no en el sentido de que se haya sumado al círculo íntimo de la expresidenta ni porque circunstancialmente haya tenido un lugar de privilegio en el palco principal sino porque ambos coinciden totalmente en el programa de gobierno que debe aplicar el peronismo en caso de ganar las elecciones presidenciales de este año.

Dentro de ese marco quedaron tres importantes puntos para el análisis: la siempre vigente centralidad y el enorme poder de convocatoria de Cristina Fernández; la continua presencia del gobernador Quintela en el centro del poder político, económico y cultural que es Buenos Aires esta vez acompañado de centenares de militantes riojanos y ese programa económico que ambos comparten y que sería la plataforma política para quienes participen por el peronismo en las PASO (Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias) del próximo 24 de agosto. Claro está, aún faltan los candidatos, y también la estrategia electoral respecto a si habrá una sola lista o se dirimirá entre varias fórmulas, nombres no escasean dentro del oficialismo aun considerándose que el presidente Fernández y la vicepresidenta CFK no buscarán la reelección.

El acto, por el 20° aniversario de la asunción de Néstor Kirchner como presidente de la devastada Argentina del 2003 en coincidencia con la fiesta patria del 25 de Mayo cumplió con creces las expectativas ya que asistieron centenares de miles de enfervorizados militantes del conurbano bonaerense y de gran parte del país, pese a la lluvia que azotó la región en la previa y luego casi al final del discurso de la única oradora. Cristina Kirchner volvió a hacer historia sobre las políticas aplicadas en el país desde 1980 en adelante y luego cómo el peronismo tomó la posta haciendo hincapié en la gestión de Néstor Kirchner. Ahí puso énfasis en un punto que marca la gran diferencia con la oposición: el rol del Estado. En el 2001 “el Estado era así de chiquitito” dijo y, la deuda externa “así de grande”. Precisamente la oposición neoliberal, conservadora y de derecha apunta a que el peronismo, al otorgar tantos derechos o subsidios a los servicios en beneficio de todos y de los más vulnerables agrandó/sobredimensionó el Estado en los gobiernos kirchneristas/peronistas y es necesario achicarlo, ajustarlo, limitar el gasto social. Y, ahí está la discusión: la intervención del Estado para garantizar una economía social y solidaria o la absoluta libertad de mercado para que el sector privado se haga cargo de todo. Los candidatos tendrán la palabra en la campaña electoral.

Un segundo punto de análisis fue la presencia del gobernador riojano en la gran urbe porteña, donde, pese a los intensos debates y continuos reclamos por más federalismo, se siguen tomando las decisiones políticas. Días antes, Ricardo Quintela se instaló en Buenos Aires y para el acto del jueves 25 ya estaban ahí la vicegobernadora Florencia López, la vicegobernadora electa, Tere Madera; el intendente electo Armando Molina, entre otros. También fueron numerosos los militantes, no menos de 30 colectivos llegaron a Buenos Aires, solo de Capital con delegaciones de agrupaciones como el Frente Grande, el Frente Federal, Rama Femenina del PJ, Juventud Peronista y otras.

La consigna fue darle visibilidad a la provincia por eso la mayoría de los carteles, banderas, pasacalles y hasta un enorme globo decían La Rioja Presente. El compromiso militante quedó reflejado en las palabras de Techy Núñez de la Rama Femenina que describió “lo inexplicable de este enorme poder de convocatoria, es multitudinario, piel de gallina, se nota la emoción en todos y todas. Acá estamos esperando a nuestra líder Cristina, felices de vivirlo y de venir de tan lejos para representar al justicialismo riojano”. La misma emoción expresó Delfor “Pocho” Brizuela, funcionario provincial y en nombre de su agrupación política le puso racionalidad al multitudinario apoyo, en medio de una crisis económica-financiera grave: “el peronismo sigue siendo el único garante de derechos, hay que resignificarlo, recrearlo porque, este es nuestro gobierno, pero no ha cumplido totalmente con el mandato que nos dio el pueblo en 2019. Con Cristina candidata esa resignificación será posible y si no es candidata será la estratega, la conductora del proyecto que defendemos”.

La presencia de los riojanos se hizo notar a tal punto que el gobernador Quintela conformó la primera fila en el escenario junto con el gobernador Axel Kicillof, la propia Cristina Fernández, Maximo Kirchner, la gobernadora de Santa Cruz, Alicia Kirchner y los ministros Wado de Pedro y Sergio Massa en ese orden. La relevante posición de Quintela despertó el entusiasmo de la militancia local y no faltaron alusiones a los alcances de tal exposición. En lo inmediato, los medios hegemónicos porteños que se manifiestan en contra de líderes y gobiernos populares, minimizaron y hasta tomaron con sorna la evidente visibilidad del mandatario riojano relacionándolo con las encumbradas ausencias peronistas en el palco.

Algunos no estuvieron

Las ausencias de ese día marcan las fuertes tensiones existentes en el Frente de Todos, tanto por la gestión que lleva adelante el presidente Alberto Fernández, quien adhirió virtualmente al acto como por la forma en que se seleccionarán los candidatos y quienes serán capaces de enfrentar a los poderes fácticos para aplicar el programa que propone un sector del oficialismo. Otro gran ausente fue Daniel Scioli que no solo se lanzó como precandidato, anunció hace pocas horas que, si no hay PASO, se presentará por afuera. Otros grandes ausentes fueron los gobernadores peronistas del Norte Grande, Capitanich, Zamora, Insfrán y Jalil. Todos enviaron adhesiones virtuales al acto.

Algunos entienden que los mandatarios provinciales quieren tomar distancia tanto de CFK como de AF, por eso la reunión de gobernadores peronistas anunciada en ocasión del Congreso Nacional del PJ y prevista en principio para el viernes 7 de junio para acordar candidaturas será momento de definiciones. Otra ocasión sería una reunión entre el presidente Fernández, la vicepresidenta, el Frente Renovador de Sergio Massa incluso con los gobernadores y aliados del FdT tendría que servir para acordar una fórmula única como están pidiendo algunos sectores del oficialismo. Aunque las opciones sean varias, lo cierto es que para mediados de junio estaría más claro el panorama electoral oficialista porque el 24 vence el plazo para inscripción de candidatos.

Quintela, insistió en que no pretende participar tampoco excluirse, pero es indispensable sentarse a conversar para que Alberto, con Cristina, con Sergio Massa y los gobernadores se generen las bases para lograr la unidad del peronismo.

Sea con unidad/lista única o varias fórmulas a presentar en las PASO, el peronismo también tiene que debatir y discutir un programa político para que, si el Frente de Todos gana lo aplique y no que, tal como ocurrió con la actual gestión de gobierno, no garantice todos los principios de la justicia social.

Programa político

Justamente, el tercer punto de análisis de lo que dejó el acto del 25: el programa. CFK lo planteó claramente en su discurso y ante cada anuncio recibió la aprobación y el aplauso de la multitud. 1) Renegociar el acuerdo con el FMI, así como está no se puede pagar la deuda. 2) Solo con “commodities” es decir exportando soja, litio, gas y petróleo de Vaca Muerta no alcanza hay que industrializar, dar valor agregado. “No hay que tener vocación de colonia” advirtió con dureza la vicepresidenta al marcar que no solo es vender materia prima. 3) Renovar el pacto democrático para que la solución no sea exterminar al que piensa distinto, a los K o a los peronistas como pretendieron las dictaduras. 4) Darle al país un Poder Judicial que cuide los intereses de todos los argentinos y argentinas y no los intereses de las corporaciones y los poderosos. Rediseñar la Corte Suprema que hoy es una rémora monárquica de personas designadas de por vida, que nunca rinden cuentas, que no hacen declaraciones juradas, ni se sabe dónde viven, ni lo qué tienen.

El gobernador Ricardo Quintela coincidió totalmente con el programa planteado por la expresidenta. En declaraciones realizadas a medios porteños afines que le permitieron explayarse se pronunció a favor de “resguardar los derechos adquiridos”; de evitar que inversores extranjeros exploten recursos y se lleven todas las ganancias; de replantear el pago al FMI y de cambiar una justicia que no defiende los intereses del pueblo. Le sumó el poder de los medios hegemónicos y la necesidad de aplicar una Ley de Medios.

En síntesis, el programa político está, el peronismo riojano adhiere a la postura, solo falta seleccionar a los candidatos presidenciales que proponga el Frente de Todos que se atrevan a aplicarlo.