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05/07/21

Manes-Manía

Manos y monos son palabras breves y pegadizas. Intenta algo así y parecido, ahora "lograr" con su apellido dicho mediático radical, ahora precandidato a diputado nacional, aún exponiéndose al límite.



Por Héctor de la Fuente 

Se recuesta en un sofá cada noche y pergeña la próxima fría jugada, ya sea empresarial, en los medios o en la política, como si fuera un juego de ajedrez.

En febrero la pasó muy mal internado por Covid en la clínica Favaloro. Ese virus al que lo militó pero desde la anticuarentena, le dio fuerte neumonía. Zafó al filo.

También zafó de Favaloro, con quien nunca trabajó, y quien no dudaría en eyectarlo debido a sus aires de divo y poses de vedette.

NO NEUROCIRUJANO

No obstante, el publicitado "neurocientífico" no pudo evitar que se supiera, en su momento, que no opera cerebros y que sí fue operada, pero por otro médico, (que fue Cristián Fuster, especialista en columna vertebral y homenajeado por ello en el Senado por su paciente) la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Fue en el 2013 de un simple hematoma subdural neuro quirúrgico.

Manes no es neurocirujano, así lo informamos en el 2013 en una radio riojana como Fénix y en TV, antes que nadie en el país y consta en archivo.

Luego, casi al instante, la Asociación Argentina de Neurocirujanos (www.aanc.org.ar Home - Asociación Argentina de Neurocirugía La Asociación Argentina de Neurocirugía (A.A.N.C.) se constituyó el 12 de Octubre de 1959 en la Ciudad de Rosario (Santa Fe) www.aanc.org.ar  sacó una solicitada en su propia página web gremial y científica y en LA NACIÓN papel informando y aclarando que Manes no tenía el título de neurocirujano ni esa especialidad ni realizaba cirugías.

Fue así porque los medios y periodistas lo citaban como "neurocirujano" factótum de aquella tan rutinaria cirugía presidencial. La más simple y rutinaria, con la que empiezan los flamantes residentes de neurocirugía a aprender a operar, supervisados, cirugía amplificada en el caso presidencial con fines de neuro-marketing.

Dicen que un tal Mane fue el primer faraón egipcio de la Historia.

La madre de Manes es de origen croata. Su hermano abogado ya lo salvó de unos líos.

Se fue de FLENI donde se formó en neurología clínica.

Pero al "joven" Manes (casi 53 de edad) se le dio por querer ser presidente y por ello Elisa Carrió le dijo y lo criticó: "hay gente que llega a la política en helicóptero y en dos años quiere ser presidente".

En redes sociales, al " neurocientífico" radical lo sacuden siempre y fuerte, sobre todo los menores de 30 años que no "comen vidrio".

El recuerdo político institucional del radical Fernando de la Rúa, que fue medalla de Oro de la Universidad, joven titular de cátedra en Derecho, académico y excelente abogado con muy buen currículum, pero que siendo presidente "no tuvo suerte", sigue; incluso se dice que sufrió un golpe institucional (como cubría quien esto escribe sus avatares de Salud, de casualidad algo me enteré por un operador político del PJ, justo el día previo a que lo llamaran por teléfono al por entonces presidente en el 2001...).

La calle es otra cosa así como el mundo real, fuera y lejos de los laboratorios científicos o experimentos políticos.

VIDEOPOLÍTICA

"A Manes se lo llevaron, políticamente, al mendocino y radical Ernesto Sanz, quien ni lo conocía, vía la Sociedad de Distribuidores de diarios y afines" le afirmó, en su momento, a este corresponsal, Fernando Otero. Otero fue cardiólogo nuclear e hijo del ex senador y cardiólogo Edison Otero, la mano derecha del ex presidente Raúl Alfonsín en el Senado.

La reacción de Ricardo Alfonsín con la operación política fue : " no me invadan la provincia de BsAs con Manes "!

Al médico también le agradan, además de las cámaras y los flashes, los simios en general y los caballos de Troya. Sean gorilas, chimpancés u orangutanes, le da igual.

Manos, monos y Manes, parece un juego de palabras. Es casi un trabalenguas. Como el laberinto político en que se metió. Como la interna de JxC.

En política lo difícil es siempre salir. Al menos bien parado. Casi imposible.