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Alberto Fernández, Pedro Aquilino y Luis de la Fuente

La noticia del lunes fue fuerte y las versiones con respecto al estado de salud del precandidato presidencial Alberto Ángel Fernández abundaron.



Los médicos de la televisión ensayaban teorías. El mundo de tuiter era un hervidero de contradicciones. La presión mediática y la repercusión impulsaron al lujoso Sanatorio Otamendi a emitir un parte médico.

El asunto fue así: el ex jefe de gabinete de Néstor Kirchner y Cristina Fernández consultó a su médico personal -es del staff del sanatorio - por una tos seca de quince días de evolución y un dolor de espalda al que el parte médico emitido refiere como un dolor torácico.

De acuerdo a la palabra médica oficial se detectó una inflamación pleural (la pleura: es la membrana que recubre al pulmón) que podría corresponder a una obstrucción arterial subsegmentaria (de una ramificación de la arteria pulmonar), según el textual del parte médico.

Fernández tuvo un episodio similar en el 2008 a un mes de dejar la Jefatura de Gabinete y su madre posee antecedentes de trombofilia, es decir, afinidad por la generación de trombos sanguíneos.

De paso, el político de 60 años nacido el 2 de abril, se internó por algo más de 48 horas para un chequeo completo luego de someterse a estudios de imágenes tipo tomografía computada de alta resolución y un ecocardiograma que dio normal para su corazón.

El propio aspirante a la presidencia rechazó de plano las versiones sobre un supuesto stent coronario que nunca existió en realidad.

El paciente Fernández ahora está anticoagulado.

DOCTOR AQUILINO

Era afable, moderado y medido. Un gran caballero de la vida y de la medicina. Así era el médico cirujano Pedro Mario Aquilino. Una excelente persona, pero de verdad, sin pretender halagarlo fácilmente. Y un hábil cirujano que salvó muchas vidas en Buenos Aires, La Rioja, y en Portland, ese frío y distante estado de Oregón, EE.UU, donde recaló con el doctor Fernando Pagani de la mano del doctor De la Fuente en 1960.

Con ese don de buena gente y esas manos grandes y seguras, las típicas de un muy buen cirujano me sorprende la noticia al verla en la web de NUEVA RIOJA.

 Fue muy grande el impacto. Sentí una vibración en el cuerpo e impotencia a la distancia en Buenos Aires.

Fue buena la semblanza en la edición del diario vecino la semana pasada escrita por su ahijado político (dato que desconocía), vía la esposa del cirujano: Sarita Romero, quien le dio hermosos y buenos hijos.

Fue un visionario Aquilino, persona sensible, ubicada y quien le abrió ciertas y decisivas puertas médicas y asistenciales al doctor Luis de la Fuente en Buenos Aires tal como dije al aire en el éter de radio Fénix/canal 11, y que aquí detallo:

1) por ejemplo,  en las anheladas guardias de los sábados en el hospital Fernández ("sacando" a Luis -casi un boxeador aún no graduado de médico de sus habituales veladas pugilísticas de los sábado a la noche en dupla con el boxeador Mario Secofante en el obelisco con los taxistas).

2) Luego que de recibido, quien fue a la postre el pionero cardiólogo riojano formado en EE.UU., pudo gracias a "Coco" Aquilino ingresar a operar en la Sala X1 de ese Hospital con el cardiocirujano Héctor Gancedo que llegaba de USA. Así está narrado con veracidad y precisión en el libro de editorial Perfil Los grandes médicos argentinos y la medicina argentina de los últimos 50 años editado por el médico y ex empresario del Sanatorio Güemes Mauricio Barón, quien falleció un día despues también en otra tremenda casualidad.

3) Al operar Luis corazones con Tito Gancedo en la clínica Bazterrica de Palermo, de la cual Aquilino era un joven accionista.

Calculo que aún debe estar en internet esa nota en video del doctor Aquilino con Matatín por la TV pública.

El doctor Aquilino honró la profesión médica. No se le conocieron escándalos. Escribió libros, presidió el Colegio Médico Gremial de La Rioja, e hizo miles de exitosas operaciones tan solo en La Rioja.

Fue un devoto esposo, padre de familia y quien siempre pasaba a saludar en cada viaje al terruño.

Inolvidable.

Gracias por todo y por tanto doctor Aquilino. La Rioja le debe mucho por su hombría de bien y bonhomía.

Por su parte, el cardiólogo Luis De la Fuente emprendió una gira científica por Europa en la que visitará países como Francia e Italia, país en el que efectuó intervenciones pioneras en 1994 con Juan Parodi (el cirujano argentino de Francisco 1 y de Carlos Menem), tales como la colocación en 1994 del primer stent en la arteria aorta en Europa, se entero de la noticia en ese continente.

Allí mantendrá importantes reuniones con referentes internacionales de la investigación científica, tras lo cual regresará a Buenos Aires donde participará de la inauguración en su centro localizado en la clínica Suizo Argentina de Buenos Aires del más moderno equipamiento de diagnóstico y tratamiento en 3D disponible en Iberoamérica para arterias de todo tipo, el corazón y otro órganos en adultos y niños.

De la Fuente, en el verano se reunió con el radiólogo vascular argentino Julio Palmaz (el coinventor con el estadounidense Schatz de un tipo pionero de stent coronario, con quien trabajo en el Sanatorio Guemes), y está próximo a recibir una distinción en el senado de la Nación en Buenos Aires con el músico Ramón Navarro motorizado por la senadora nacional Inés Brizuela y Doria, entre otros, que se demoró por la muerte del diputado nacional riojano Héctor Olivares.

En el pasado, el médico riojano mantuvo importantes reuniones científicas e intercambios personales en París con Luc Montagnier, descubridor del HIV y premio nobel de medicina.

Cabe destacar que la esposa de De la Fuente es pariente de Francis Fontan Fitte, el famoso cardiocirujano infantil galo creador de la técnica de Fontan para operar corazones infantiles con fallas anatómicas de nacimiento, una cirugía reconocida y conocida en todo el mundo como la técnica y operación de Fontan.

En el plano local, hace pocos días en Aimogasta (el 24) se celebró el Día Nacional del Cultivo del Olivo, que por decreto de 1952 del presidente Juan Perón homenajea a los pioneros del Olivo en las figuras de: Luis Mansueto de la Fuente (fue intendente de La Rioja Capital y 8 veces diputado provincial ad honorem por Aimogasta así como abuelo del cardiólogo) y Casimiro Godoy, quien estuvo casado con Aurora Ävila, la hija de doña Expectación De la Fuente y Rubía con Simón Ávila. Los primeros, fueron del cultivo  denominado "oro verde" a gran escala en el país, desde Aimogasta, La Rioja.

Héctor de la Fuente