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Noticias desde Buenos Aires

Se aproxima el fin de año y el vértigo asoma. Algunos quieren hacer en semanas lo que no se pudo hacer en todo el año. A otros los corre las urgencias. Hay buenas noticias y hay de las otras.



Veamos: de las penurias medicinales cardiopulmonares de Cacho Castaña, Humberto Vicente Castagna, tal su real nombre, a la recuperación física de Daniel Tangona, el personal trainer de las celebridades. Tangona, debido a un mal y excesivo tratamiento de diuréticos veía al filo. Al ras.

Mas buenas nuevas por aquí informamos: la reciente graduación de Claudio Jehin como abogado y su juramento como tal de este muy buen médico, excelente neurólogo clínico (fue ex titular de cátedra), también periodista médico y un ex presidente de la Sociedad Argentina de Periodismo Médico.

Hay incluso novedades en el campo de la medicina ocular.

Resulta que ya se aplica en el país un método para aclarar el color de ojos, de la mano de alguien con quien me críe de niño. Se trata del oftalmólogo Pedro Garrott, de raíces riojanas (Villa Unión), catamarqueñas varias y variadas.

De repente, llegó la cachetada informativa; la muy mala noticia del tumor cerebral de Máximo Menem, el hijo menor nacido en Chile de un ex presidente que raudo solicitó permiso judicial para poder viajar. Y trajo muy malos recuerdos desde el país trasandino, en una ciudad de Buenos Aires que se apresta para recibir al G20 a pleno con los máximos líderes mundiales; de Rusia a China, de Alemania a Inglaterra, de Estados Unidos a Argentina cuyo presidente en vivo avisó hace semanas estar padeciendo stress.

La clínica Las Condes está bien muy equipada -casi tanto como las mejores de Argentina- pero a ciencia cierta, a esta hora (16 hs), lo concreto es que Máximo de 14 de edad sigue en el quirófano de neurocirugía.

Chile es un país hermano al que San Martín le dió su libertad.

Y como la ciencia no tiene fronteras políticas ni ideológicas, o no debería tenerlas: debemos recordar que una neurocirujana infantil argentina llegó a presidir la Federación Mundial de dicha especialidad.

La enfermedad de Máximo Menem da mucha pena y tristeza. Está dejando de ser un niño.

Algo que así no solo es por que este columnista conoció a sus padres.

Con respecto al pronóstico de Máximo: dependerá del tipo histológico (tejidos) del tumor y de su estirpe, si es benigno o maligno así como a la extensión y su ubicación y si afecta áreas vitales o estratégicas.

Por Héctor De la Fuente