
Veníamos bien pero pasaron cosas, con esa frase en un reportaje que le hizo un periodista oficial, el presidente trató de explicar la situación del país. No supo o no quiso diferenciar entre los problemas económicos y financieros. Esa frase suena a aquella todo tiene que ver con todo. Frases compuestas que al abarcar lo mayor posible no explican nada. ¿Qué significa pasaron cosas?, porque el veníamos bien, suena a otra frase ya grabada en el corazón de la gente: estamos mal pero vamos bien..
Por Carlos Liendro
El modelo que es lo que nunca se explica y la deuda que se contrajo son claves para entender el futuro. Por un lado están las condiciones (en la letra chica) de lo firmado con el FMI y por el otro la consecuencia del ajuste brutal en el Estado. La economía no se activa y los dólares conseguidos son para salvar el sistema financiero y que no suceda lo del 2001.
La promoción de ‘se robaron todo’ ya se agotó y lo que pensaban sacar con los juicios (que todos caen en el juzgado de Bonadío), la difusión por los medios (constante y repetitiva, ahora con ‘los cuadernos Gloria’) se tuvo que adelantar. Esa jugada estaba pensada para el año 2019, unos meses antes de lo electoral. El adelanto es porque la mayor opositora, todavía conserva (para muchas consultoras) un 32%. Entre los que votaron por Cambiemos para que se fuera la administración anterior, ahora se diferencia bien, luego del tercer año de gobierno, entre: 1) los que querían un cambio 2) los que quieren ver presa a la ex presidenta 3) los arrepentidos, pero que no aceptan haberse equivocado. Ahí está la naturaleza del odio, para seguir entendiendo como sigue la grieta.
Lo que se planifica en economía desde el gobierno, el aumento de las fuerzas de seguridad (ante la embestida que se viene por los despidos y la recesión), ‘la gradualidad’ como le gusta llamar a lo que han hecho, todo podría ser controlable. Lo que no pueden controlar es lo que irrumpe como inesperado. La velocidad de las noticias, a veces no permiten graduar las consecuencias, como sus causas. Hace un par de semanas mataron a dos mujeres jóvenes policías. No tenían más de 26 años. Esa semana el impacto emocional en la gente fue fuerte, por lo menos en el Gran Buenos Aires. El periodismo amarillo se encarga de escarbar en la herida y quiere mostrar todo. Solo que esta vez, en directo salieron las frases de la pareja (también policía) diciendo lo que dijo sobre la gobernadora y el presidente. Fue un momento de ‘calentura’, luego se dijo, pero la voz de la joven policía- que le habían disparado en el cuello- pidiéndole ayuda, terminó de convencer a los más indiferentes. Si la seguridad no está garantizada para los mismos policías (que deben trabajar adicionales para tener un sueldo que les alcance) ¿qué queda para la población?
Siguiendo un orden cronológico, el día jueves 2 de agosto, en la localidad de Moreno, una vicedirectora (a cargo de una escuela de doble jornada) y un auxiliar, murieron a causa de una explosión de gas. Habían llegado temprano para preparar el desayuno de los chicos y cuando encendieron la luz de un aula, volaron por los aires. Los padres de los alumnos tomaron conciencia al momento, que diez o veinte minutos más tarde hubieran tenido que lamentar la muerte de inocentes que concurren a la escuela 49. Algunos comparaban que hubiera sido otro ‘Cromañon’.
Los medios oficiales y no oficiales cubrieron la terrible noticia. En el lenguaje y los zócalos (lo que se coloca debajo de la pantalla para sintetizar una noticia) se veía cuál iba a ser la dirección de quién a quien le cabía la responsable de tanta desidia. Así arranca tanto blindaje de protección para quienes manejan el poder de la provincia. Al principio se trató de involucrar al intendente. El consejo escolar estaba intervenido por la provincia. Las denuncias de que había pérdida de gas en la escuela, hoy se sabe, que tuvieron seis pedidos para arreglar las instalaciones. En la causa, ya han declarado los gasistas que estuvieron el día anterior a la muerte de los dos trabajadores de la educación. Actualmente se están sacando papeles que comprometan a quien son los interventores, y los directores auto convocados han decidido en ese Municipio no iniciar las clases mientras no revisen todas las instalaciones de gas y otras cuestiones de infraestructura que están abandonadas. Esta irrupción del dolor colectivo, de muertes inevitables e injustas, es más fuerte sobre lo que tengan planificado para tranquilizar, entretener o reprimir. Un ministro, refiriéndose a las causas judiciales y los nuevos empresarios arrepentidos, ya adelantó lo que viene: ‘si no hay pan que haya circo’.