El reposo nocturno es una parte fundamental para optimizar la salud y el bienestar. Una correcta higiene del sueño incluye la elección de una postura adecuada para dormir..
La “higiene postural” es determinante tanto en la salud como en la enfermedad. Las terapias del sueño comienzan a aplicarse no sólo a personas que buscan un mejor reposo, sino también a pacientes con determinadas patologías. A muchas personas con distintos tipos de enfermedades se les cambia su postura habitual de dormir por otra más beneficiosa para su condición.
En líneas generales, para lograr una posición saludable que permita un descanso adecuado es necesario utilizar un colchón o soporte que permita mantener las curvaturas fisiológicas y seguir la posición más natural para la persona.
Posiciones
De costado: una de estas posiciones naturales es dormir de lado. Esto mejora los dolores cervicales, de espalda, disminuye los ronquidos, mejora la respiración y reduce el reflujo gastroesofágico. En esta posición la almohada debe ser alta, e incluso es recomendable colocar una pequeña almohada entre las rodillas.
Boca arriba: la posición boca arriba también es adecuada para gran parte de la población dado que previene el dolor de cuello y espalda gracias a que la columna reposa recta, sin presión.
“Recomiendo una almohada no muy alta en la cabeza y el cuello, incluso colocar una almohada pequeña bajo las rodillas”, advierte la doctora África López-Illescas, especialista en Medicina de la Educación Física y el Deporte a medios europeos. No obstante, es necesario tener en cuenta que esta postura está contraindicada en la apnea del sueño.
Boca abajo: La posición boca-abajo es la menos recomendada, entre otros motivos porque produce estrés en la zona del cuello y la espalda y, en general, la respiración es dificultosa. Además, las vísceras abdominales están presionadas por el peso. “Esta postura está absolutamente contraindicada en recién nacidos”, añade por último López-Illescas.