Una investigación llevada a cabo sobre 113 mujeres argentinas de más de 60 años con cáncer de mama metastásico (CMM), mostró que seis de cada diez (59 por ciento) dejaron de hacer alguna actividad a partir del diagnóstico, siendo las más comunes la actividad física, los quehaceres en el hogar y hasta el propio trabajo..
Esta fue una de las conclusiones de una investigación realizada en 113 mujeres argentinas con cáncer de mama, enfermedad cuyos resultados fueron presentados recientemente. Entre los resultados, también se vio que siete de cada diez no contaban con apoyo psicológico y que el médico y la familia son las principales fuentes de apoyo.
Las principales razones esgrimidas fueron que su estado de salud no se los permitía y, en menor medida, que su médico no se los recomendaba.
Las conclusiones surgen de una encuesta realizada por IPSOS con el patrocinio de Pfizer a distintas ONGs. Los datos estadísticos y porcentuales surgen del informe de resultados “Impacto del diagnóstico de cáncer de mama metastásico” elaborado en base a los datos obtenidos en dicha encuesta.
“Entre los objetivos que inspiraron la realización de esta encuesta, se destaca recabar información sobre el impacto que tiene la condición sobre la vida cotidiana de las mujeres, incluyendo preguntas específicas sobre las actividades que realizan, el apoyo que reciben, los cambios que notaron, su situación laboral y familiar, y la carga económica que supone la enfermedad”, remarcó Marta Mattiussi, presidenta del Movimiento Ayuda Cáncer de Mama (MACMA).
Disfrutar y agradecer
En cuanto a los aspectos que cambiaron a raíz de la enfermedad, hubo comentarios dispares. En el polo positivo, el 16 por ciento aseguró vivir más intensamente el día a día, disfrutar y agradecer con cada despertar, y el 12 por ciento comentó que mejoró su relación con la familia y los amigos. En ese marco, uno de cada cuatro (26 por ciento ) comenzó a hacer una actividad nueva, como comer más sano, realizar algún deporte o meditar. Por su parte, en la contrapartida, uno de cada cinco (19 por ciento) afirmó estar deprimida, triste o sin ganas de hacer nada.
La mayoría de las participantes del sondeo tenía menos de cinco años de diagnosticada la enfermedad (75 por cinco), el 77 por ciento había recibido quimioterapia, el 75 por ciento cirugía de mamas, el 62 por ciento radioterapia, el 47 por ciento terapia hormonal, el 18 por ciento terapia dirigida y el 17 por ciento, otros tratamientos.
Cuando se les preguntó cómo se sintieron al recibir el diagnóstico de cáncer de mama metastásico, el 38 por ciento respondió ‘asustada’, el 12 por ciento ‘deprimida’, un 11 por ciento ‘enojada’ y el 6 por ciento ‘confundida’. Solo el 19 por ciento se mostró ‘optimista’.
*NOTA COMPLETA EN LA EDICION IMPRESA