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Presentaron la nueva guía sobre la dieta cetogénica en Argentina

En el último congreso de la Sociedad de Neurología Infantil (SANI), realizado recientemente en Neuquén, se presentaron las primeras guías prácticas para el manejo integral de las epilepsias, que resaltan la eficacia de la dieta cetogénica como tratamiento no farmacológico y el trabajo en equipo multidisciplinario para favorecer el éxito del tratamiento..



Para aquellas personas con epilepsia que no logran controlar las convulsiones luego de probar con 2 ó 3 medicamentos antiepilépticos, existe una opción no farmacológica que ha demostrado beneficios muy significativos para reducir la intensidad y cantidad de convulsiones y mejorar las funciones cognitivas, estado de alerta, coeficiente intelectual, atención, funciones sociales y calidad de sueño del paciente. Se la conoce como dieta cetogénica y consiste en estrictos cambios en la alimentación, con un incremento en la ingesta de grasas y una reducción de la cantidad de hidratos de carbono.

“La epilepsia es una enfermedad que no respeta sexo, edad ni clase social. En cuanto a la prevalencia en nuestro país, extrapolando valores internacionales de referencia que registran una cifra entre el 0,5 y el 1 por ciento de la población, nos da un total del orden de los 200 a 400 mil casos, de los cuales aproximadamente el 60 por ciento son niños”, sostuvo el Dr. Roberto Caraballo, especialista en Neurología Infantil, Jefe del Servicio de Neurología del Hospital de Pediatría Prof. Juan P. Garrahan y uno de los autores del documento.

Los niños con epilepsia refractaria pueden sufrir más de 50 episodios diarios de convulsiones. La evidencia científica de la dieta cetogénica demostró la siguiente efectividad tras un mes de seguimiento: el 70 por ciento de los niños que iniciaron la dieta cetogénica evidenció una reducción en la cantidad de convulsiones mayor al 50 por ciento, mientras que, dentro de ese grupo, casi 4 de cada 10 (37 por ciento) lograron una disminución superior al 90 por ciento.

En el marco del 37º Congreso de Neurología Infantil, organizado por la Sociedad Argentina de Neurología Infantil (SANI), se presentó la primera “Guía práctica para el manejo integral de las epilepsias: relevancia de los equipos de trabajo de dieta cetogénica en el éxito del tratamiento”.

“La importancia de esta nueva guía consiste en brindar información práctica y actualizada sobre el uso de la dieta en el tratamiento de la epilepsia en niños. Su aporte principal tiene que ver con que ahora contamos con la posibilidad de utilizar variantes de la dieta cetogénica y nuevas fórmulas de presentación que nos permiten optimizar su indicación y la obtención de mejores resultados en términos de efectividad y tolerabilidad”, manifestó Roberto Caraballo, quien además es el Presidente electo de la Comisión Latinoamericana de Epilepsia (ILAE).

En la dieta cetogénica clásica, se controlan y se miden con la mayor precisión posible la cantidad de calorías, proteínas y líquidos que se ingieren. Contiene un 90 por ciento de grasas, 8 por ciento de proteínas y 2 por ciento de hidratos de carbono. La Dieta de Atkins Modificada es una variante menos restrictiva que la dieta cetogénica clásica, e incluye 60 por ciento de grasas, 30 por ciento de proteínas y 10 por ciento de carbohidratos. Esta dieta fue desarrollada en el hospital John Hopkins y suele indicarse generalmente en adolescentes y adultos, ya que puede realizarse fuera del ámbito hospitalario y no requiere pesar las porciones de los alimentos.

Existe una fórmula nutricional que ayuda y simplifica la preparación de comidas y brinda todos los nutrientes necesarios para el tratamiento de la epilepsia refractaria. Puede utilizarse como complemento de la alimentación o como única fuente nutricional, de acuerdo a la indicación médica.

La fórmula está cubierta en el 100 por ciento de los casos por las obras sociales y prepagas, o por el Ministerio de Desarrollo Social, si el paciente no tiene cobertura médica. Garantiza su provisión la Ley de Discapacidad (22.431 y 24.901) para aquellos pacientes que tienen certificado o la Ley de Epilepsia (25.404), en su defecto. La Asociación Civil Salud Dar brinda asesoramiento legal y asistencia a pacientes y familiares para asegurar la cobertura de la fórmula (0800-333-0556 / www.SaludDar.org.ar).

Trabajo en equipo

La nueva guía práctica reconoce y valoriza el aporte fundamental de todos los profesionales involucrados en el uso de la dieta cetogénica para alcanzar el éxito deseado. Al respecto, Caraballo remarcó que “la dieta cetógenica es un tratamiento neurológico, por lo tanto, la indicación parte del neurólogo pediatra. Sin embargo, para el éxito del abordaje, es fundamental la participación activa del resto de los miembros del equipo, integrado también por el médico nutricionista, licenciado en nutrición, pediatra, enfermero, psicólogo, asistente social y los familiares”.

La guía práctica sugiere que es necesario asegurarse de que no solo los padres, si no todo el grupo de convivencia del niño, se comprometa con el tratamiento. Menciona además el beneficio de realizar talleres de alimentación grupales y los grupos de redes sociales donde los padres se apoyan entre sí, comparten solidariamente recetas e insumos.

En nuestro país, los neurólogos pediatras cada vez reciben mejor formación sobre el manejo de la epilepsia refractaria a través de la dieta cetogénica. Para el Dr. Caraballo, los especialistas están indicándola correctamente y realizan un abordaje adecuado. Sin embargo, puntualizó que “es necesario continuar con la difusión para incrementar su uso en todo el territorio nacional”.

¿Por qué la dieta cetogénica reduce las convulsiones?

Cuando una dieta incluye carbohidratos, éstos se metabolizan como azúcar y el organismo utiliza la glucosa como fuente de energía. Mientras que en la dieta cetogénica, muy baja en hidratos de carbono y elevada en grasas, el cuerpo toma la energía de las grasas, promoviendo un proceso de degradación que genera las cetonas, que actuarán sobre el cerebro con efectos anticonvulsivantes.

También promueven una mejora en la actividad mitocondrial, lo que potencia la acción de los neurotransmisores y reduce levemente la glucosa, contribuyendo también con ese efecto anticonvulsivante.

El desarrollo de la nueva guía práctica estuvo a cargo de los Dres. Lorena Fasulo, especialista en Neurología Infantil de la Clínica Pediátrica San Lucas, Neuquén; Marcos Semprino, especialista en Neurología Infantil de la Clínica Pediátrica San Lucas, Neuquén, y Roberto Caraballo, especialista en Neurología Infantil, jefe del Servicio de Neurología del Hospital de Pediatría Prof. Juan P. Garrahan y Presidente electo de la Comisión Latinoamericana de Epilepsia (ILAE).