“La estrategia de bloqueo de la transmisión de Wolbachia muestra una gran promesa para el control de los virus transmitidos por los mosquitos y ahora está comenzando a implementarse a gran escala en una cantidad de países tropicales”, reveló Steve Sinkins, especialista en microbiología y medicina tropical en el centro de investigación escocés. Hasta el momento, varias cepas Wolbachia ya fueron probadas en mosquitos en algunos países. En este caso, los científicos introdujeron cuatro cepas de esa bacteria en Aedes aegypti, los insectos que son transmisores de dengue, zika y fiebre chikunguña. Y los resultados fueron más que auspiciosos, ya que después de alimentarse de sangre infectada, estos mosquitos con wAu tenían niveles más bajos de ARN viral en el tejido corporal que aquellos infectados con las otras cepas. “Esto nos ofrece una nueva y emocionante opción para explorar los programas de control de enfermedades”, agregó el especialista.
Por su parte, Jonathan Pearce, quien se desempeña como jefe de Infecciones e Inmunidad en el MRC, comentó: “Se trata de una investigación increíblemente relevante, con implicaciones que pueden aplicarse a problemas apremiantes en muchas partes del mundo, en donde estas enfermedades traen problemas severos”.
La expectativa, ahora, pasa por las investigaciones futuras, que podrían “maximizar la efectividad de wAu en el campo, como por ejemplo ocurriría al combinarlo con una segunda cepa para ayudar a que se propague a través de las poblaciones locales de mosquitos”, indicaron los investigadores.
INVESTIGACION
Hay evidencia que sugiere que algunas cepas pueden no bloquear la transmisión de manera muy efectiva o pueden no ser heredadas eficientemente en altas temperaturas ambiente. En el nuevo estudio se realizaron experimentos de laboratorio para evaluar la posible promesa de Wolbachia alternativa. Para ello, el profesor Sinkins cuenta con una subvención del Fondo Global de Investigación de Retos con la que dirigirá una red mundial que estudia las enfermedades transmitidas por vectores, como la malaria, el dengue y el zika. El objetivo es reducir y bloquear la transmisión de patógenos mediante la liberación de vectores específicos de enfermedades de insectos. “Mientras, la red internacional está reuniendo a expertos de una amplia gama de disciplinas científicas para intercambiar conocimientos e intercambiar ideas sobre nuevas y prometedoras formas de atacar enfermedades transmitidas por vectores”, afirmó.