La cartera sanitaria nacional divulga algunos consejos sobre cómo manejarse en los lugares de veraneo y en la ruta para reducir las posibilidades de accidentes e inconvenientes para la salud en las vacaciones..
La adopción de simples medidas de seguridad a la hora de viajar, usar siempre protector solar, beber abundante agua segura para evitar la deshidratación y lavarse frecuentemente las manos son algunas de las recomendaciones del Ministerio de Salud de la Nación para disfrutar de un verano sin inconvenientes para la salud.
Para evitar accidentes es fundamental que todos aquellos que se desplacen en vehículos a los centros turísticos usen el cinturón de seguridad. En el caso de los chicos siempre tienen que viajar en la parte de atrás y, en función de la edad, asegurados en la silla correspondiente. Además se recuerda que el conductor no debe haber ingerido alcohol.
También es importante señalar que es necesario el uso de casco en el caso de que se quiera andar en bicicleta, moto o cuatriciclo y no se debe circular por la playa en vehículos motorizados.
En lo que respecta a la mayor exposición solar y las temperaturas altas se pueden adoptar algunas medidas básicas para evitar golpes de calor, quemaduras y situaciones de deshidratación.
La exposición excesiva al sol puede producir envejecimiento de la piel, cataratas y cáncer de piel por lo cual es necesario evitar la exposición entre las 10 y las 16 horas y mantenerse en espacios ventilados. Además, se recomienda aplicar protector solar con factor de 30 o más y renovarlo cada 2 horas y luego de salir del agua. Usar ropas claras, anteojos de sol y sombrero.
En el caso de los niños menores de 1 año no deben exponerse al sol. Los chicos mayores de esa edad pueden estar sólo en horarios permitidos y con la protección necesaria.
La hidratación es otro de los puntos clave para evitar golpes de calor. Se recomienda tomar mucha agua durante todo el día, inclusive cuando no se tiene la sensación de sed y consumir alimentos frescos, como frutas y verduras. En el caso de los lactantes se les debe dar el pecho con mayor frecuencia y a los niños agua fresca y segura.
Hay grupos que potencialmente pueden verse más afectados por golpe de calor como las mujeres embarazadas, los bebés y niños pequeños; las personas mayores de 65 años; y quienes padecen enfermedades crónicas como, por ejemplo, afecciones respiratorias o cardíacas, hipertensión arterial, obesidad y/o diabetes, por lo cual tienen que aumentar los recaudos.
En cuanto a los alimentos, con las altas temperaturas aumentan las probabilidades de sufrir cuadros como intoxicaciones y diarreas, por lo que se solicita poner especial cuidado en el manejo y consumo de los alimentos, respetar la cadena de frío y evitar la exposición de los productos al calor. El lavado de manos con agua y jabón antes de preparar las comidas, después de ir al baño o cambiar a los bebés y al volver de la calle, es una medida fundamental para evitar estos inconvenientes.
En el caso de las piletas, para prevenir infecciones, se recomienda cambiar el agua de la misma en forma diaria o agregarle cloro. Es importante secarse bien los oídos después del baño, se puede usar una toalla de manera suave e inclinar la cabeza hacia los lados para que los oídos queden en posición que permita que el agua salga.
En el agua es importante enseñarles a los chicos a nadar, a respetar las señales de peligro y acompañarlos. Hay que tener en cuenta que los más pequeños pueden ahogarse en lugares de baja profundidad y en pocos minutos, por lo que se sugiere la supervisión de un adulto.
Finalmente, en el caso de estar en la playa, ante una tormenta eléctrica se aconseja salir del agua, ponerse ropa y calzado secos e irse. Hay que alejarse de los objetos metálicos y no buscar refugiarse bajo un árbol, un paraguas o una sombrilla.