Marcos Lujan, enfermero universitario del servicio de Guardia y Emergencias del Hospital de la Madre y el Niño, detalló que el 70 por ciento de los pacientes pediátricos con politraumatismos, son por accidentes viales. En tanto un 30 por ciento son por accidentes domiciliarios..

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“El 70 por ciento de los politraumatizados son por accidentes de tránsito ya sea en auto o en moto, mientras que el 30 por ciento restante, son por accidentes domésticos como caídas de la cuna, de la cama, o de los coches. El principal síntoma de un traumatismo grave es vómito, ante lo cual los padres deben concurrir al hospital con su hijo” explicó Marcos Luján.

En el caso de los accidentes viales, en muchos casos los motociclistas circulan con el casco desabrochado lo que al momento de un siniestro vial se vuelve contraproducente. “Lo que pasa con esto es un efecto golpe contragolpe donde el casco golpea los dos hemisferios de cerebro, con el riesgo de producir hemorragias cerebrales. Al estar flojo el caso también se puede levantar lastimando la boca y/o ocasionando cortes en la cara. Si no tenemos abrochado el caso no nos sirve y en vez de proteger, daña” detalló el profesional.

En los automóviles en tanto, la recomendación es que el niño se ubique en la parte trasera del vehículo. “El peligro es el airbag, los propios fabricantes no recomiendan que el niño vaya adelante, porque el airbag delantero está pensado para adultos. El impacto al abrirse el airbag, es brusco, y puede ocasionar traumatismo de cráneo o lesiones en la cervical” sintetizó.

 

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