
Hace apenas unas semanas, el pasado domingo 28 de agosto, nos dejaba Juan Gabriel, figura a la que el adjetivo de famoso le quedaba pequeño ya que a lo largo de su carrera su cosecha de éxito, fama, dinero y celebridad fue astronómica. Pero tanta opulencia del Divo de Juárez contrasta con su verdadero origen y sus luchas, temas que desvelaremos en estas líneas..
Una infancia transida
Alberto Aguilera Valadez era su verdadero nombre y vino al mundo un 7 de enero de 1950, en una precaria vivienda en la calle 5 de Mayo, (actualmente calle Juan Gabriel) en Pátzcuaro es una ciudad del estado mexicano de Michoacán. Sus padres eran los campesinos Gabriel Aguilera Rodríguez y Victoria Valadez Rojas. Desde muy temprana edad su vida estaría signada por la implacable mano de la tragedia. Fue el menor de un total de diez hermanos, Rosa, quien murió casi recién nacida; Virginia, su única y consentida hermana; José Guadalupe, Gabriel, Pablo, Miguel (ya fallecido) y tres Rafaeles, que también murieron. A esos cinco hermanos muertos se le sumaría un revés más del destino, ya que Alberto tendría tres meses de nacido cuando su padre, practicando la tala y la quema para preparar el terreno para la siembra, quemó un pastizal, pero el viento provocó que el fuego comenzara a invadir otras propiedades. Debido a su padecimiento nervioso y a la angustia que le ocasionó pensar en las consecuencias que este suceso le acarrearía, se dirigió al afluente de un río donde se arrojó pero fue rescatado y entró, posteriormente, en estado de shock y enfermó irremediablemente. Por ello fue internado en el hospital psiquiátrico de La Castañeda, en la Ciudad de México. Algunos testigos cuentan que ahí murió, pero hay versiones de que escapó. Este hecho inspiraría posteriormente a Juan Gabriel para escribir la canción «De sol a sol».
Estos funestos sucesos se veían recrudecidos por la economía de su hogar donde no faltaban las restricciones y las carencias sobraban.
Todo suma para darle forma al ícono
Cuatro años después, con tan solo 5 años de edad, Alberto ingresó como interno a la Escuela de Mejoramiento Social para Menores (en el edificio que es hoy el Instituto Tecnológico de Ciudad Juárez), donde permaneció ocho años, situación determinante en su vida, alejado de su madre y en un mundo desconocido para él; tuvo que aprender a madurar desde temprana edad. En esta institución conoció a la directora Micaela Alvarado, y a Juan Contreras, maestro de hojalatería, quien le enseñó a trabajar y a desarrollar su sentido de observación. Alberto siempre lo vio como un padre, maestro y amigo; desde ese momento se convertiría en su protector. Este hombre enseñó a Alberto a ganarse la vida; aunque quizás el legado más grande fue el enseñarle los amplios conocimientos de música que poseía, así como a tocar la guitarra, gracias a la cual compuso su primera canción, «La muerte del palomo», a los 13 años. En homenaje a este maestro y a su padre, adoptaría años después (1971) su nombre artístico, Juan Gabriel.
El nacimiento del divo
Cuando ha compuesto un puñado importante de canciones Alberto se marcha buscando otros caminos que lo acerquen a su sueño. Primer periplo: Tijuana–California. Consigue trabajo, vía una amiga argentina, San Sussie, en el bar Nic Teja, y no mucho después en el bar Noa Noa, con la banda Los prisioneros del ritmo. Por entonces elige el seudónimo Adán Luna: por el primer hombre sobre la tierra y por el satélite de la misma, todo un presagio de lo que estaba pronto a cambiar la historia humana de la mano de la conquista del espacio. Comienza a funcionar y a entusiasmarlo el negocio de la música, ya que consigue temporada en el Centro Nocturno Malibú a 20 dólares la noche, y primera grabación en RCA Victor, el gigantesco templo discográfico. Pero alguien lo acusa de robo, lo recluyen un año y medio en la Peninteciaria Lecumberri, y por fin sale libre de culpa y cargo. De tal experiencia surgió más tarde la película "Es mi vida", protagonizada por él mismo. Ahí tuvo la oportunidad de conocer, por medio del director de la cárcel, a Queta Jiménez "La Prieta Linda", quien no sólo abogó por él para que fuera puesto en libertad por falta de pruebas, sino que también lo puso en contacto con la RCA para después llevar a cabo sus primeras grabaciones.
71: El año del Salto Cuántico
Este año sería un vuelco definitivo en la vida del Divo de Juárez, marcado por dos hechos trascendentales: el 11 de junio firma contrato con RCA Víctor e inicia la grabación de su primer disco, "Un alma joven", en el que incluyó su primer gran éxito, "No tengo dinero". Antes de ser aceptado en RCA Víctor, lo rechazaron en CBS, Musart y Peerless. Mientras que el 4 de agosto de 1971, cuando Alberto Aguilera dejó el nombre artístico Adán Luna por el de Juan Gabriel, Juan en honor a su mentor y maestro en Ciudad Juárez Juan Contreras y Gabriel. Este cambio de nombre sería símbolo de la muerte de su antigua condición y su pasado.
De pronto, Juan Gabriel se revela como cantautor, actor, compositor, productor discográfico y más tarde filántropo: sus millones alcanzan y sobran para sostener al centenar de menores abandonados en la escuela Semjase: una experiencia que sufrió, pero en pésimas condiciones, durante ocho años.
Dejo al lector la reflexión siguiente: ¿El dolor a algunas personas las hunde y arruina, mientras que a otras las forma y empuja a reinventarse y sacar lo mejor de sí? ¿Cuál es la función del dolor y la tragedia en nuestras vidas entonces? Hasta la próxima.