En la Sala Federal del Paseo Cultural, se desarrolló ayer una nueva mesa de disertación y enriquecedor debate denominado: "Problemas y desafíos de la producción industrial autogestionada, la comercialización y la articulación en la economía de las y los trabajadores".
La misma, estuvo enmarcada en el segundo día del “IV Encuentro Regional Latinoamericano de la Economía de los Trabajadores”.
Presidieron la mesa, Oscar Ruiz de Huidobro (FASACOT/FEDECARA, Argentina); Edith Encinas (La Cabaña, Actra, Argentina); Luis Ignacio Diéguez (Red Genera, Trasol, Chile) y Mónica Troncoso (FECOLAR, La Rioja, Argentina). Este eje mostró no solo las experiencias de las cooperativas o empresas articuladas, sino también el fortalecimiento en redes, su comercialización y los desafíos.
En primer lugar, tomó la palabra Oscar Ruiz de Huidobro y comentó que “estamos viendo cómo cambiar un montón de metodologías porque tenemos desafíos concretos y la intención es poder visibilizar más a nuestro sector. Logramos esta visibilización en organismos públicos de Buenos Aires porque nos movilizamos. Queremos a su vez modificar conceptos de lo que es una autogestión productiva”.
Seguidamente, aseguró que “todos los disertantes tenemos un promedio de entre 15 a 30 años de creación y de haber mantenido abiertas las empresas. Nosotros nos quedamos con los medios de producción del capitalismo y eso es una contradicción y debemos tenerlo en claro. Debemos entender que nosotros hicimos una gesta que va más allá de lo que el movimiento obrero está haciendo de forma permanente” y agregó que “somos un sector más dinámico y con mayor ejercicio. En estas recuperaciones de fábricas, buscamos que cada compañero aprenda nuevos oficios y nuevas cosas dentro de la planta”.
Capacitaciones y empresas recuperadas
Al mismo tiempo, Mónica Troncoso habló sobre su experiencia en la provincia y expresó que es un trabajo integral con el adulto mayor y dijo que “tenemos muchos años de experiencia y veo mucha desunión en las cooperativas internas de nuestra provincia. Hay muchos interrogantes, pero lo que si tengo claro es que no faltan capacitaciones, sino como y a quién les interese. Debemos tener voluntad más capacidad”.
Asimismo, dejó en claro que “en la práctica cada uno de nosotros somos profesionales más allá del título, y muchas veces por falta de asumir instrucciones o no seguirlas dentro de las cooperativas terminan quebrando. Es muy importante poder tener reuniones dentro de las cooperativas y hablar estas cosas”.
A su vez, Edith Encinas manifestó que “los problemas y desafíos del sector productivo de la autogestión son los que debemos analizar. En Santa Fe logramos una ley de empresas recuperadas y que indica que el Estado debe estar presente y acompañar ese proceso y con un subsidio para la producción y con profesionales tanto del sector del cooperativismo y también por la parte contable de la cooperativa”.
Otro de los puntos importante que remarcó es que “todos tienen una tarifa de luz subsidiada y eso es de gran ayuda y que parte del 30% hasta el 50%. Este ingreso lo podemos volcar para tener un producto competitivo en el mercado. Después que el Estado nos ayuda a arrancar debemos luego soltar esa mano que nos dan. El Estado debe tener en cuenta y contratar a las cooperativas y que paguen en tiempo y forma”.
Energía eléctrica y paneles solares
Por su parte, Luis Ignacio Diéguez explicó el trabajo que llevan a cabo en Chile con el tema de la energía y electricidad: “Buscamos generar un modelo y ser una herramienta para la población. Vengo de un país que debido a varios procesos históricos, se generó una privatización en todos los aspectos de la vida y esto genera un descontento y falta de credibilidad en la clase política. En este preciso momento en Chile, hay un aumento del 40% de la energía eléctrica”.
Continuó mencionando que “en este contexto y como cooperativa, buscamos la manera de poder generar un cambio y aparece en el año 2018, la Ley 21.118 que marca la propiedad conjunta; esto significa que cada persona que tenía un medidor en su casa y con una tarifa pero que contaba con paneles solares, podían generar su propia energía, consumirla y cuando esta sobraba la inyectaba en la red eléctrica lo cual genera un descuento en sus boletas. Desde el 2018, la gente debe agruparse para resolver una necesidad básica de una manera colectiva”.
“La mayoría de las personas que vivimos en la gran ciudad la única relación que tenemos con la energía es de un mero consumidor, donde nos limitamos a pagar una cuenta y nada más que eso, y por primera vez se da un momento para replantearnos nuestras relaciones humanas y ver la relación que tenemos con nuestra propia energía. Vemos la posibilidad de replantear el asistencialismo”, sostuvo.
Finalmente, subrayó que comenzaron a evaluar quienes podrían ser los posibles beneficiarios de este nuevo modelo de energía y abarcar a todos los territorios que pueden estar descentralizados y lograr que accedan a este proyecto. Mostró durante la explicación, los diferentes ejemplos implementados de las primeras plantas comunitarias en Chile y algunas conclusiones.