Día de la Conmemoración de la Autonomía de La Rioja
Por. Isabel Marta Salinas
01/03/23
Este año celebramos doscientos tres años de Autonomía Riojana, un hito en la historia provincial, nacional y latinoamericana. Las autonomías provinciales son de los pueblos y para los pueblos y no para los gobiernos, escribió el Dr. Hipólito Yrigoyen.
La autonomía significa para los pueblos, lo que la libertad es para las personas, lo que la justicia es para el derecho, lo que el amor es para la religión.
Conmemorar el origen, la fundación, la organización política e institucional y el devenir del hogar común, la casa grande que nos hermana, donde transcurre nuestra existencia, la siempre muy amada “Patria Chica”, que es nuestro lugar en el mundo, es un motivo de regocijo, un deber, un compromiso y un sentimiento compartido por nuestra sociedad.
Con renovado fervor celebramos el nuevo aniversario de la Declaración de la Autonomía de La Rioja, provincia argentina con 387.728 habitantes, una superficie de 89.680 km² y una geografía que exhibe bellezas indescriptibles.
A comienzos del siglo XIX, La Rioja era parte de la Intendencia de Córdoba. Gervasio Artigas inicia su lucha por el federalismo y amenaza a Ocampo, el que renuncia al mando de la ciudad mediterránea. Ante esta situación de inestabilidad y acefalía del Gobierno de la Intendencia de Córdoba, los riojanos convocaron las autoridades locales a un cabildo abierto, que proclamó la autonomía de la Provincia y eligió como gobernador a Ramón de Brizuela y Doria, quien asume el mando el 24 de mayo de ese mismo año. Posteriormente, a fines de 1817, el Congreso de Tucumán ordena que La Rioja se reintegre a Córdoba, poniendo fin al breve antecedente de la vocación de la población riojana, que registra intentos de autonomía fallidos, en 1815 y 1816.
El año 1820, luego de las derrotas de Arequito y Cepeda, se produce la caída del Directorio y el Congreso, autoridades nacionales opositoras a las autonomías de las provincias. Ante esta situación de debilidad del gobierno central, surgió un movimiento que se propagó en el interior del país, iniciando un proceso por el cual cada provincia decidió declarar su autonomía y designar sus propias autoridades.
Como parte de este proceso, una asamblea de los personajes más influyentes de La Rioja declaró la autonomía de la provincia el 1 de marzo de 1820 y fundó La Casa de la Moneda. Constituida provincia independiente, se nombró como gobernador al General de los Ejércitos Patrios Don Francisco A. Ortiz de Ocampo.
Se sumaron al proceso de autonomía las provincias de Santiago del Estero, San Luis, San Juan, Santa Fe, Entre Ríos, Córdoba y Jujuy, que se escindió de Salta en 1834. Las autonomías fueron formalizadas en resoluciones de los cabildos de cada ciudad, en las que declararon su decisión de constituirse en provincias, afianzando el movimiento provincial por sus autonomías.
En este proceso las provincias declararon y ratificaron su voluntad de constituir e integrar la “unión nacional” y respetar los “pactos preexistentes”, siempre reconociendo su voluntad de constituir la unión nacional y la pertenencia a la Nación Argentina.
La autonomía riojana es el logro de un proceso alentado por virtudes cívicas, compromisos ciudadanos y la voluntad colectiva para lograr la autodeterminación. En la formalización del proceso de autonomía en nuestra provincia, el 1 de marzo de 1820 se constituyó por primera vez la Sala de Representantes que redacta el Acta de la Autonomía Provincial.
Este documento traduce el compromiso ético colectivo, que trascendió las individualidades e instituyó un nuevo contrato social, con una identidad propia para “una provincia independiente, bajo la forma federal proclamada por los demás pueblos hermanos”.
El poder público de la provincia se institucionalizó con valores republicanos, consagrando la garantía de la libertad como principio superior del nuevo Estado autónomo señalando que “la seguridad individual de los ciudadanos como principio general, sólo cede de manera extraordinaria de comprometerse la tranquilidad del pueblo y el orden”. La división de poderes se constituyó con las tres funciones. El Poder Legislativo integrado por una Sala de Representantes, un Poder Ejecutivo unipersonal ejercido por el Gobernador Intendente de La Rioja y un Poder Judicial integrado por una Cámara de Justicia.
El humanismo, como valor ético que inspiró a los autores del acta histórica, se evidencia al fijar como meta la felicidad del pueblo, textualmente el acta proclama: “Los ciudadanos, que teniendo el timón en nuestras manos, nos fiemos de la dirección de una nave que arribara al puerto de la felicidad”. Como antecedente se puede citar una norma similar, la Constitución de los Estados Unidos que reconoce “el derecho de las personas a la búsqueda de su felicidad”.
La autonomía provincial no fue un proceso separatista sino de justo, equitativo y armonioso reconocimiento a la autodeterminación provincial para buscar un proceso de integración nacional, como lo evidenciaron después las luchas de Facundo, el Chacho y Varela. El liderazgo y protagonismo de Facundo Quiroga, el Chacho Peñaloza y Felipe Varela fueron determinantes en el proceso para lograr el federalismo. En las luchas de Quiroga, Peñaloza y Varela se buscaba la autonomía, la independencia económica y también la distribución equitativa de los recursos nacionales.
En reconocimiento, valoración y conmemoración de la trascendente e histórica jornada del 1 de marzo, Día de la Autonomía Riojana, renovemos y consolidemos el compromiso de honrar el legado de nuestros antepasados, que superando todas las adversidades tuvieron la decisión de aportar lo mejor de sí para contribuir al progreso de su provincia y a la felicidad de su pueblo.