Presentaron novela "Cuesta Colorada"
22/07/22
Ayer se realizó, en el Salón Coty Agost Carreño del Paseo Cultural, en el marco de la 20º Edición de la Feria del Libro, la presentación del volumen Editorial Caballo Negro de la Provincia de Córdoba, Cuesta Colorada del escritor calerense Marcelo Casarín, una novela de ficción breve con características autobiográficas a 52 años del legendario copamiento guerrillero de Montoneros al pueblos serrano de La Calera el 1de julio de 1970.
Medios El Independiente estuvo presente.
La presentación se efectuó recreativamente mediante la simulación y puesta en escena de una programación radial denominada la “Máquina de Hacer Pájaros” de una FM llamada “Caballo Negro La Calera”, donde Marcela Mercado Luna, quien moderó la presentación, representaba artísticamente a la conductora del programa, en cuya oportunidad recibía la visita honorable desde la ciudad de Córdoba de Marcelo Casarín, quien había sido invitado al programa para que mediante una amena entrevista presentara al aire su nuevo volumen literario “Cuesta Colorada”.
En ese contexto, Casarín comentó a la audiencia que “desde hace mucho que elegí, ya sea por incapacidad o por estética, el formato de escritura de novela breve o novelita como ser en este caso mi nuevo libro Cuesta Colorada que cuenta con dos líneas narrativas, la voz y la mirada de la infancia y la perspectiva y presencia de la mamá y el papá de ese niño protagonista que también participan de ese universo infantil. Como asimismo, el copamiento de La Calera por parte de Montoneros en 1970, una de sus primeras acciones de comando en la vía pública, como segunda línea narrativa”.
“Ello, porque vi imágenes de uno de los protagonistas del copamiento de La Calera que salieron en los periódicos después de ocurrido el hecho donde salía un joven de alrededor 22 años de edad con la camisa entreabierta y un agujero de bala en el estómago, lo que me llevó a tratar de explicarme por qué jóvenes de aquella edad se animaron hacer actos de semejante osadía y a embarcarse en aquellos proyectos políticos de guerrilla urbana y de acción militar, por eso decidí rehistorizar aquellas épocas”, continuó Casarín.
En ese sentido, agregó “al igual que la música que también es otra constante dentro de la narración ya que está presente en mi casa y mi vida desde mi infancia más temprana, de parte de mi madre las raíces folclóricas y de parte de mi juventud y grupos de amigos el rock, más las imposiciones machaconas del ambiente al haber vivida en La Calera, incluso al lado de un club nocturno por donde desfilaban los grupos de cuarteto de la época”.
“Pero eso, porque este ejercicio de recuperar las memorias es una práctica fundamental para la sociedad y la cultura para conseguir una vida democrática más saludable, y la literatura forma parte de la recuperación de las memorias porque las memorias se reconstruyen de distintas maneras y la literatura aporta mucho en ese sentido, como ser esta narración que da cuenta de todo lo que aqueja contemporáneamente a los calerense ya que la ciudad de hoy está completamente irreconocible a lo que era tiempo atrás”, prosiguió.
En ese marco, remarcó “por ejemplo la Cuesta Colorada de aquellos tiempos memorables ya no existe porque fue aplanada para hacer una autovía y construir emprendimientos inmobiliarios y desarrollistas modernos y coquetos, countries en otras palabras. Al igual que la Laguna Azul que es accidente de la minería después de inundarse las canteras de tanto excavar las piedras, vuelta una zona mucho más saludable con aguas resurgidas de la misma tierra, la que durante mucho tiempo también estuvo en la mira de los vivos que especularon con sacar rédito y crédito de ella”.
Por último, destacó “pero también es cierto que la vida de uno no interesa a nadie, cada uno puede pensar que lleva una vida singular pero nada de eso vale la pena ser contado, sí quizás una vida mediada por una escritura puede resultarnos interesante, esa misma singularidad y narración, pero no necesariamente, en todo caso cito una frase de mi escritora favorita que dice: “yo curso las teclas y digo yo, e inmediatamente ese yo es otro”, porque me parece que por ahí va la mano”, finalizó.